José María Bocanegra. ¿Quién fue el único aguascalentense que llegó a ser Presidente?

Gilberto Valadez

Aguascalientes, Ags.- El 2022 ha sido declarado como año del aniversario luctuoso de José María Bocanegra, según acuerdo del Congreso del Estado, aunque poco se ha mencionado que es el único aguascalentense en ocupar la Presidencia de la República.

El decreto emitido por el Poder Legislativo local, a través de la Comisión de Postulaciones, fue avalado el viernes último, en donde se determinó decretar este año con la conmemoración del 160 Aniversario Luctuoso de Don José María Bocanegra, a quien calificaron como “ilustre aguascalentense nacido en la Labor de la Troje, Calvillo en 1787”.

La declaratoria estipula que esta leyenda se colocará en la documentación oficial del Congreso local, con exhorto a los Poderes Ejecutivo, Judicial, además de las presidencias municipales.

De acuerdo al Diccionario General de Aguascalientes, de José Luis Engel, Bocanegra cursó la educación básica en esta ciudad. Pero sería en la Ciudad de México donde se recibiría como abogado en el Colegio de San Idelfonso. Siendo diputado del primer Congreso Constituyente, en un inicio apoyó a Agustín de Iturbide; pero luego rompió con éste, tras cuestionar su nombramiento como emperador.

Ya bajo el gobierno de Guadalupe Victoria, primer presidente del país, José María Bocanegra fue asignado ministro de Relaciones Exteriores. Cargo que repitió bajo la gestión de Vicente Guerrero.

A finales de 1829 luego que Guerrero expidió el decreto de la abolición de la esclavitud, y en medio de una rebelión encabezada por líderes conservadores como Anastasio Bustamante y Lucas Alamán, que el presidente pidió permiso al Congreso para salir a enfrentar la sublevación firmada en el Plan de Jalapa.

De esta manera, el Congreso nombró a José María Bocanegra como presidente interino y tercer mandatario del país. Un cargo que sólo ejerció cinco días, del 18 al 23 de diciembre de 1829, siendo obligado a renunciar tras el golpe de estado de Bustamante, que finalmente sería  impuesto como presidente.

La historiadora Patricia Galeana en su libro Memorias para la Historia de México, recuperó parte del discurso de Bocanegra en su toma de posesión, en donde el nativo de la Labor reconocía “el peso de mis obligaciones era muy superior”, aunque hizo hincapié en salir adelante con el cargo.

Otros estudiosos como Lorenzo de Závala, quien escribió un ensayo sobre las revoluciones en México, consideró la elección de Bocanegra como un error, explicando que “contribuyó a echar a pique al general Guerrero”.

Aunque Vicente Guerrero fue fusilado en 1831, Bocanegra ocuparía luego posiciones en los gobiernos de Valentín Gómez Farias y del propio Antonio López de Santa Anna, que le nombró ministro de Hacienda.  Alejado de la política, para 1844 fue designado vocal abogado consultor de la Junta de Hacienda.

Falleció en la Ciudad de México, el 23 de julio de 1862, cuando se encontraba escribiendo sus memorias. La propia Patricia Galeana lo definió como “ejemplo de funcionario probo y espíritu conciliador”.