La pandemia que está presente en México y en el mundo por el coronavirus hizo que muchas economías se vieran afectadas por distintas razones. Lo que ocurre en la actualidad, que ya ha transcurrido un año desde el inicio de las medidas sanitarias y con la correspondiente llegada de la vacunación, parece comenzar a verse una recuperación financiera en el mediano plazo.
Lo que sucede es que algunas Bolsas, como puede ser un ejemplo concreto Nasdaq, las cotizaciones de ciertas acciones comenzaron a subir abruptamente luego de caídas que realmente alcanzaron picos históricos (como fue en el caso del 2008), con niveles inclusive más altos de lo esperado. A partir de eso es que comenzaron numerosas especulaciones de qué tiempo va a durar esta recuperación, si va a ser sostenida durante un largo plazo, qué consecuencias puede tener, si se trata o no de una burbuja, entre algunas otras dudas que plantearon los que más saben de inversiones y finanzas.
Con todas estas dudas, muchos inversores están volcándose directamente a instrumentos que generen ganancias aseguradas (o prácticamente) y que no tengan demasiada volatilidad. Buscar rentabilidad en metales preciosos a largo plazo aparece así como una primera opción muy buscada por quienes tienen liquidez y quieren comenzar a generar intereses. Lo están haciendo muchas personas es apostar por bonos que son emitidos por países emergentes, o bien, refugian sus ahorros en el oro.
A la hora de elegir este metal precioso, los inversores hacen números que no son demasiado complejos. Por ejemplo, en el año 2020, puntualmente en el mes de agosto, este metal tuvo su pico de cotización más alto, no obstante eso, desde dicha fecha hasta hoy, tuvo una baja aproximadamente del 30%. Si bien es un porcentaje en cuanto a la caída, que puede ser preocupante, basta ver lo que sucedió en los últimos cinco años para terminar de definir que puede ser una inversión atractiva y sólida: en ese tipo el precio total del oro tuvo incrementos en su precio por porcentajes estimados en un 40%.
Por otro lado está la cuestión de los bonos gubernamentales, en donde cuando se adquieren de países que son desarrollados, se aplican tasas sumamente bajas, que no son siempre convenientes, toda vez que no llega en algunos casos la rentabilidad al 1%. Por eso, numerosos inversores están comenzando a consultar acerca de otros bonos como pueden ser los de México, que tienen tasas que son más atractivas. No obstante eso, grandes capitales dispuestos a apostar por bonos, por el momento no hay.
Algo positivo en materia de inversiones que trajo la pandemia por el Covid 19, fue sin dudas que hoy en día se pueden realizar operaciones para lograr intereses de manera muy sencilla, en algunos casos con tan solo contar con un celular y acceso a internet. Lo importante siempre será realizar un análisis completo del instrumento que queremos elegir, conocer su historial de cotización, y calcular bien el capital que queremos destinar pensando siempre en el mediano y largo plazo.