Redacción
Propietarios de vehículos Volvo en China descubrieron que sus autos de lujo venían equipados con sistemas de sonido falsificados, lo que ha generado un escándalo que obligó a la automotriz sueca a disculparse públicamente.
El problema salió a la luz cuando un cliente, que recibió un sistema de sonido premium como obsequio promocional en un concesionario, notó diferencias en la calidad y el etiquetado de los altavoces. En lugar de Bowers & Wilkins, la marca registrada, los equipos llevaban el nombre “Bowers & VVilkins”.
Inicialmente, el distribuidor negó irregularidades y argumentó que la calidad del sonido era buena. Sin embargo, más clientes comenzaron a reportar la misma situación en redes sociales, lo que escaló la polémica.
“Pedimos disculpas por los problemas y las molestias ocasionadas”, declaró Volvo China en Weibo, asegurando que investigará el caso.
El impacto podría ser significativo para la marca en China, donde las ventas ya habían caído 8.2% en 2024, según Carscoops. Además de los altavoces falsificados, algunos propietarios han señalado otros detalles cuestionables en sus vehículos, como la falta de iluminación en la palanca de cambios de cristal, informó Beijing Time.
Futubull advirtió que este caso podría violar la Ley contra la Competencia Desleal de China, lo que pondría a Volvo en riesgo de sanciones. Mientras tanto, Yahoo Finance reportó que los modelos afectados incluyen el S60, XC60 y XC90, con algunos clientes pagando hasta 2,000 renminbis (5,597 pesos) por los sistemas de sonido.
“Nos adheriremos a los principios de apertura y transparencia, investigaremos a fondo las razones del incidente y nos aseguraremos de que los derechos legítimos de los clientes estén plenamente protegidos”, aseguró Volvo en su comunicado.
El escándalo pone en jaque la reputación de Volvo en un mercado donde la confianza del consumidor es clave. Si la automotriz no maneja el problema con transparencia, podría enfrentar una crisis de confianza más profunda.