Redacción
El príncipe Enrique confesó este viernes que anhela reconciliarse con su familia y se dijo “devastado” por una decisión judicial que, según él, le impide regresar al Reino Unido con su esposa Meghan y sus hijos.
“Me gustaría mucho reconciliarme con ellos”, declaró el duque de Sussex en una entrevista con la BBC, en la que reconoció que “algunos miembros de mi familia nunca me perdonarán haber escrito un libro”, en referencia a su autobiografía Spare, publicada en 2023.
Desde su salida de la familia real en 2020, Enrique, de 40 años, reside en California con su familia. Asegura que el distanciamiento con los Windsor se agravó tras las acciones legales que emprendió contra el gobierno británico, luego de que se le retirara la protección policial que tenía como miembro activo de la realeza.
Este viernes, el Tribunal de Apelación de Londres rechazó su recurso contra esa decisión. Según la justicia, la protección financiada con recursos públicos ya no aplica dado que Enrique no cumple funciones oficiales.
“No sé cuánto tiempo le queda a mi padre (…) pero sería bueno que nos reconciliáramos. No sirve de nada seguir peleándose. La vida es preciosa”, expresó el príncipe, aludiendo al estado de salud del rey Carlos III, quien padece cáncer desde 2024.
Enrique admitió que ya no tiene contacto con su padre y que la distancia con la familia real ha sido dolorosa. Tras su salida de la institución, su seguridad en Reino Unido se evalúa caso por caso por el Ministerio del Interior, pero él sostiene que su familia sigue siendo blanco de amenazas.
Pese al clima tenso, el príncipe dejó entrever que mantiene la esperanza de un acercamiento. “No sirve de nada seguir peleándose”, repitió. Mientras tanto, su regreso al país que lo vio crecer parece cada vez más complicado.