Así es la pobreza en el multimillonario Qatar

Redacción

Qatar es uno de los países más ricos del mundo, gracias principalmente al dinero del gas y petróleo. Sin embargo, no está libre de la pobresa extrema.

El país cuenta con un producto interno bruto de $180.000 millones de dólares, lo que ha atraído a cientos de miles de migrantes que buscan invertir en construcciones enormes en el desierto.

De los tres millones de habitantes que residen en Qatar, solo un 10% de la población son qataríes. El resto son extranjeros que viven en barrios aislados y peor comunicados, kejos de las zonas frecuentadas por turistas y aficionados.

Las autoridades de Qatar aseguran que la pobreza se ha eliminado virtualmente, pero la realidad es que muchos migrantes viven otro panorama.

“Muchos de los que vienen de países como India, Nepal, Bangladesh o Pakistán no tienen cualificación y apenas hablan inglés. Aunque aquí tienen mejores estándares de vida que en sus países de origen, una parte importante vive con lo justo, bajo salario mínimo y compartiendo una habitación de seis para mandar dinero a sus países”, cuenta el taxista pakistaní.

En un país donde qataríes y expatriados occidentales pueden ganar varias decenas de miles de dólares al año más beneficios, muchos empleados sin cualificar no tienen mayor paga asegurada que la del salario mínimo mensual, apenas US$275.

Muchos migrantes también debían pagar una tasa de contratación a sus reclutadores de entre US$500 y US$3.500 antes de abandonar sus países. Para ello, la mayoría tuvo que recurrir a préstamos con intereses que les dejó en posiciones vulnerables.

Como parte de su regulación en materia de derechos laborales, Qatar promulgó una ley que permitía a los trabajadores que habían completado sus contratos cambiar de trabajo libremente e impuso multas a las empresas que confiscaban pasaportes a empleados.

ero a pesar de los progresos, organizaciones como Human Rights Watch (HRW) insisten en que “los trabajadores migrantes aún dependen de sus empleadores para facilitar la entrada, la residencia y el empleo en el país, lo que significa que los empleadores son responsables de solicitar, renovar y cancelar sus permisos de residencia y trabajo”.

Según el gobierno de Qatar, 30 mil trabajadores extranjeros fueron contratados para construir los estadios para el mundial de futbol. La mayoría vinieron de Bangladesh, India, Nepal y Filipinas. La cifra sobre el número de esos migrantes que murieron durante la preparación del Mundial es tema polémico y divisorio.

Con información de BBC