Quedan atrás los jóvenes: advierten crisis de salud emocional y económica entre los hombres

Redacción

Los hombres jóvenes están enfrentando una crisis sin precedentes. Las cifras muestran que se están quedando atrás respecto a las mujeres en varios aspectos clave: educación, ingresos, salud emocional e incluso relaciones afectivas.

Scott Galloway, profesor de la Universidad de Nueva York y autor del próximo libro Notes on Being a Man, ha centrado parte de su trabajo reciente en visibilizar esta situación. “Los datos son abrumadores: cuatro veces más probabilidades de suicidarse, tres veces más de ser adictos, 12 veces más de terminar encarcelados”, advirtió en una entrevista.

Galloway, quien también asesora al Partido Demócrata y conduce el pódcast Lost Boys, asegura que los hombres jóvenes se están volviendo “inviables emocional y económicamente”. Mientras tanto, las mujeres menores de 30 años en ciudades estadounidenses ya superan en ingresos a sus pares masculinos y cada vez son más quienes adquieren viviendas en solitario.

La brecha no solo afecta a los hombres. “Dos tercios de las mujeres menores de 30 tienen pareja; sólo uno de cada tres hombres está en una relación”, apuntó. Esta dinámica está llevando a que muchas mujeres busquen parejas mayores, con mayor estabilidad económica y emocional.

Galloway, quien se reconoce como parte del problema en su juventud, señala que la falta de dirección en los varones los lleva a refugiarse en videojuegos, pornografía o el aislamiento. Propone redefinir la masculinidad en torno a tres pilares: proveedor, protector y procreador. “No se trata solo de ganar dinero. A veces ser proveedor es apoyar la carrera de tu pareja si ella gana más. Yo lo hice”, relató.

En un llamado provocador, sugirió que los jóvenes “salgan más, beban más y tomen algunas malas decisiones que quizá les salgan bien”, en referencia a la pérdida de espacios de socialización ante el auge del antialcoholismo.

Frente al temor de que visibilizar la crisis masculina pueda frenar el avance femenino, Galloway respondió: “La empatía no es un juego de suma cero. Las mujeres no van a seguir prosperando a menos que tengamos más hombres viables”.

Su postura ha generado debate, pero también abre una conversación incómoda y necesaria: la de un grupo que, pese a siglos de privilegio, hoy parece extraviado.