Los daños que provocan nuestros dispositivos en la salud

Redacción

No es de dudar que con la llegada de los dispositivos móviles, las actividades y posturas de las personas se han modificado. El ser humano ha buscado la adaptación entre su modo de vida y el control de sus teléfonos celulares, pantallas o tabletas, pero eso ha dado paso a una serie de malestares físicos y emocionales que solo se pueden combatir con un ajuste en la rutina.

Para cuidar de tu salud, te presentamos los siguientes consejos:

Vigila tu postura. Nuestra cabeza tiende a bajar un poco para que podamos observar la pantalla de nuestro teléfono móvil, lo que provoca dolor de cuello o de espalda. También nuestras manos se pueden ver perjudicadas debido al deslizamiento que hacemos en el celular. Por ello, lo mejor es cuidar de tu postura y de limitar el uso del teléfono móvil.

Duerme alejado de tus dispositivos. Nuestras pantallas emiten mucha luz azul. Los LED, que son las fuentes de luz de todas las pantallas, emiten en las longitudes de onda correspondientes a la luz visible, por eso vemos todos los colores, pero tienen un pico entre los 400 y los 490 nm que se corresponde con dicho color.

Esta interfiere en la producción de la melatonina, que es la hormona reguladora del sueño. Cuando los ojos reciben la luz del Sol, que tiene luz azul entre todas las del espectro visible, se inhibe la producción de melatonina en la glándula pineal y nos mantenemos activos.

Cuando no llega luz a los ojos se produce melatonina, que nos indica que es la hora de ir a dormir. La luz azul emitida por los LED, al igual que la luz solar, reduce la producción de melatonina y esto puede dar lugar a cambios en nuestros ritmos circadianos y causar insomnio. Además, puede disminuir nuestro estado de alerta a la mañana siguiente y repercutir en el rendimiento, la salud y la seguridad.

La solución más sencilla es apagar nuestras pantallas al menos una hora antes de acostarnos. Si esto no es posible, una alternativa es bajar el brillo de nuestros móviles o utilizar una aplicación diseñada para disminuir la emisión de luz azul. Si somos capaces de abandonar por un rato nuestras pantallas también podemos leer en papel o escuchar un audiolibro.

Cuidado con el sedentarismo. Además de estar al pendiente de las notificaciones de tu celular, puedes despejarte un poco y salir a caminar, subir y bajar escaleras, andar en bicicleta. Un estudio publicado en 2011 concluyó que pasar horas sentado frente a una pantalla está relacionado con una mayor mortalidad y riesgo cardiovascular, con independencia de la actividad física realizada. El mecanismo puede estar relacionado con factores de riesgo inflamatorios y metabólicos.

Miopía. Si sientes un ligero cansancio en los ojos después de haber leído algo en tu dispositivo, lo mejor es apartar la vista y cerrar los ojos o enfocarlos en otra cosa.

Narcisismo. La necesidad de vernos guapos, atractivos y en buena forma es una de las tantas que han provocado las redes sociales, es por ello que se debe tener cuidado con la salud emocional, sobre todo cuando se trata de adolescentes.

La educación. Los dispositivos son un arma de doble filo en el tema del aprendizaje. Si bien es cierto que con su ayuda se puede tener acceso a un contenido de aprendizaje atractivo y rápido, también es de considerarse que son un factor de constante distracción en las aulas.

La mejor opción para utilizar con sensatez las pantallas es preguntarse si nos impiden llevar a cabo otras alternativas que nos animen a aprender, a relacionarnos, a tener información fiable, a admitir otros puntos de vista. En definitiva, a mejorar el mundo en que vivimos. Tenemos que pensar que esta tecnología va a acompañar de manera cotidiana la vida de nuestros jóvenes y la nuestra propia. Por lo tanto, quizá la mejor estrategia sea hacer de la pantalla nuestro aliado y no nuestro enemigo.

Con información de TecNovedosos