Científicos clonan a hurón para salvar su especie

Redacción

El macho destinado a aparearse con el clon de hurón será seleccionado cuidadosamente, pues esta unión, si resulta fructuosa, podría establecer un antes y un después en la conservación de especies.

Elizabeh Ann es un clon de hurón de patas negras (Mustela nigripes), cuyo ADN es idéntico al de una hurona que murió hace 35 años y cuyas células se habían almacenado en un congelador hasta hace un par de años. Fue gestada en un hurón doméstico sustituto. Nació el 10 de diciembre de 2020, siendo el primer clon exitoso de una especie en peligro de extinción en América del Norte.

Una esperanza para su especie

Esta especie pasa por un momento muy dramático. A pesar de ser un depredador ágil cuya presa favorita son los perritos de las praderas, en la década de 1970 la destrucción generalizada de las colonias de perritos de las praderas por parte de ganaderos, granjeros y otras entidades, provocó un auténtico colapso de las poblaciones de hurones. No en vano, fue una de las primeras especies designadas para protección bajo la nueva Ley de Especies en Peligro de Extinción de EE. UU. allá por 1973. A finales de la década de 1970, la última colonia conocida de hurones había desaparecido y algunos biólogos creían que la especie se había extinguido.

En 1981 hubo un atisbo de esperanza. Un ganadero de Wyoming descubrió una pequeña población viviendo en sus tierras y ese grupo formó el comienzo de un programa de reproducción.

Sin embargo, todos los hurones de patas negras actuales descienden de los mismos siete individuos, lo que resulta en un nivel peligrosamente bajo de diversidad genética. Elizabeh Ann aumentará considerablemente la diversidad genética limitada de la especie y mejorará sus posibilidades de supervivencia. Y es que con una pobre diversidad genética, las especies se vuelven más susceptibles a enfermedades y anomalías genéticas y tienen peor adaptación a las condiciones ambientales, así como una tasa más baja de fertilidad.

Ahora, Elizabeth Ann ya ha alcanzado la madurez sexual y está lista para hacer historia, nuevamente.

En la primavera de 2022, si todo sale según lo planeado, Elizabeth Ann se apareará con un macho cuidadosamente seleccionado en un esfuerzo por limitar la amenaza que sufren por la endogamia. Si da a luz crías sanas, será la primera vez que los biólogos conservacionistas hayan podido integrar la clonación en un esfuerzo por salvar a una especie de la extinción.

Su descendencia, si la tiene, tendrá el ADN mitocondrial de Elizabeth Ann, con rastros de hurón doméstico. Para eliminar esos rastros, los machos se emparejarán con hembras cautivas, que ya no llevarán el ADN mitocondrial del hurón doméstico.

“Todo acerca de Elizabeth Ann es mucho más grande que la ciencia detrás de esto, y es mucho más grande que ayudar a los hurones”, comenta Ben Novak, líder del proyecto de hurones de patas negras para Revive & Restore, una organización sin fines de lucro fundada en 2012 para explorar cómo la biotecnología podría ayudar a especies en peligro de extinción y extintas. “Se trata de si la biotecnología puede convertirse en parte de la conservación convencional”.

Por ahora, los cuidadores están analizando qué hurón podría ser el más adecuado: que no sea agresivo y que tenga buenos genes, y lo seleccionarán este mismo mes de enero.

En busca del caballero hurón ideal.

El nacimiento del hurón Elizabeth Ann nos recuerda la histórica llegada en 1996 de la oveja Dolly, el primer mamífero clonado a partir de las células de un animal adulto.

Con información de Muy Interesante