Claudio Bañuelos
Ciudad de México.- Este domingo 24 de abril la colonia Armenia en México recordó el genocidio que sufrió su pueblo en 1915 a manos del imperio otomano (hoy Turquía), y donde fallecieron más de un millón de armenios.
Encabezados por la embajadora Armella Shakaryan de Armenia en nuestro país y como invitada la senadora, Alejandra León Gastelum, la comunidad de esta nación recordó con una misa y un acto sobrio la masacre.
En la catedral maronita de San Charbel de la zona centro de esta urbe se concelebró una misa cantada a la que acudieron decenas de armenios avecindados en la capital del país y algunos del interior además de amigos.
Tras lo anterior acudieron al Parque México donde en el centro de este lugar se encuentra un reloj y una placa en donde la colonia Armenia agradece la gratitud del pueblo de México hacia con ellos.
Ahí Armella Shakaryan en su discurso señaló que “Estamos hoy reunidos para recordar y conmemorar una vez más el Genocidio Armenio. La conmemoración es una manera de contrarrestar la distorsión de la historia y la eliminación de la verdad mediante el poder.
La conmemoración es la victoria de la verdad sobre la conveniencia y la condena a la violencia. Estas conmemoraciones son realmente críticas frente a la creciente amenaza de genocidio en el mundo actual.
El pueblo armenio siempre permanecerá del lado de quienes sufrieron crímenes de lesa humanidad. Cada armenio que habita en este mundo, jamás permanecerá en silencio, nunca olvidará y continuará exigiendo verdad y justicia.
Esta causa debe ser apoyada por todos aquellos que se preocupan por el futuro pacífico de la humanidad.
La inquebrantable lucha internacional contra los crímenes de genocidio seguirá siendo parte integral de nuestra política exterior. El objetivo principal de nuestra política es crear mecanismos eficaces para la prevención de futuros crímenes contra la humanidad.
El reconocimiento del Genocidio Armenio no es un homenaje al pueblo armenio, es una victoria del movimiento internacional de derechos humanos, es una victoria de la justicia sobre la intolerancia y el desprecio.
La impunidad del Genocidio Armenio inspira hoy en día a quienes planean nuevos crímenes internacionales. La reciente guerra desatada por Azerbaiyán contra Nagorno-Karabakh, acompañada del crímenes de guerra y otros actos de limpieza étnica demostró que la impunidad de los crímenes que se cometieron en el pasado puede tener consecuencias irreversibles.
Sin duda, estos tiempos son tiempos difíciles a nivel mundial como lo son también para nuestra propia nación armenia en muchos frentes. Hoy las emociones y preocupaciones, discusiones y análisis relacionados con la reciente guerra, así como sus consecuencias aún no se han calmado.
Durante mucho tiempo, el pueblo armenio se ha enfrentado a la negación del proceso genocida, mismo que se manifiesta en el encubrimiento de pruebas históricas, manipulaciones legales, culpabilización de las víctimas y humillación de sus sufrimientos.
A pesar de la gran labor que se ha realizado, se necesitan mayores esfuerzos por parte de la comunidad internacional para responder adecuadamente, de manera oportuna y condenar las grandes violaciones del derecho internacional humanitario, al tiempo que se desarrollen mecanismos para la prevención en una etapa temprana. La comunidad internacional debe mostrar la determinación al momento de reaccionar ante cualquier patrón de discriminación y ataques contra grupos vulnerables, el discurso de odio, el radicalismo y la incitación al odio.
El delito del genocidio no es únicamente la aniquilación física de un grupo nacional o religioso, sino que lo es de igual manera la destrucción de la cultura nacional que es parte integral de la identidad.
Uno de los puntos fundamentales para avanzar en la agenda de prevención del genocidio es llevar a cabo todo lo posible para garantizar que los estados cumplan plenamente con los derechos culturales y tomen las medidas necesarias para evitar la destrucción de monumentos históricos, memoriales, obras de arte o lugares de culto.
Nuestra agenda de política exterior tiene muchas áreas incluidas la justicia para el genocidio armenio y sus consecuencias, la justicia y seguridad de Armenia y Arstaj, y la justicia para las metas y necesidades de la diáspora armenia.
Armenia continúa creyendo que dos estados vecinos deben establecer relaciones normales que permitan abordar todos los posibles desacuerdos y encontrar soluciones a tal discordia.
Estamos listos para la convivencia regional pacífica, por más duro que sea el camino hacia la paz. Tenemos muchas esperanzas de que nuestros vecinos dejen de hablar con los oponentes desde una posición de fuerza”.
Finalmente Shakaryan expresó su “profundo” agradecimiento a los miembros de la comunidad internacional y de la diáspora armenia por su permanente esfuerzo por aumentar la conciencia sobre el genocidio armenio y enfatizando la negación sobre éste.
Igualmente agradeció al pueblo de México la presencia del reloj en este parque además de albergar a cientos de armenios, lo mismo que en Estados Unidos y Sudamérica.
“Gracias a todos los que están aquí para reafirmar su compromiso con los valores universales y para decir que nada se ha olvidado después de 107 años, recordamos y exigimos”.

