Redacción
Ciudad de México.- La variante Delta ha desatado una tercera ola de coronavirus en dos de los destinos turísticos más importantes del país: Los Cabos en el Pacífico y Cancún en el Caribe.
En Baja California Sur, las autoridades se han apresurado a instalar camas en los hospitales saturados que alcanzaron el 75% de su capacidad la semana pasada. Por ello, se ordenó el cierre de playas en la ciudad de La Paz, aunque los ciudadanos han ignorado esta restricción.
En Cancún, el incremento de contagios de coronavirus se ha vuelto tan visible que el hotel Hard Rock reservó dos de sus pisos para recibir a vacacionistas con síntomas de la enfermedad, mientras que otros hoteles ofrecen descuentos para quienes pasen su cuarentena ahí.
“La variante Delta tiene una fuerte presencia en la península de Yucatán, particularmente Quintana Roo y Baja California Sur, donde alrededor del 80 por ciento de las nuevas pruebas son ahora Delta”, indicó Alejandro Macías, quien supervisó la epidemia de H1N1 en México en 2009.
En todo México, solo alrededor del 31 por ciento ha recibido al menos una dosis contra el Covid-10, según el rastreador de Bloomberg. En junio, ya que se detectó un pico, el encargado de la estrategia de salud, Hugo López Gatell, declaró que el Gobierno federal enviaría más vacunas a zonas turísticas como Baja California Sur y Quintana Roo.
Hasta el momento, alrededor del 65 por ciento de las personas adultas en Quintana Roo y el 50 por ciento en Cancún han recibido al menos una dosis, según datos del gobierno.
Con información de El Financiero