Clara Ramírez
Aguascalientes, Ags.- Una lamentable tragedia fue la que aconteció en una vivienda de la Colonia Insurgentes luego de que un sujeto prendiera fuego a una habitación, ocasionándole la muerte a uno de ellos.
El hoy occiso fue identificado como Alberto Dávila, contaba con 37 años de edad y tuvo su último domicilio en la colonia Insurgentes, lugar donde se registró el siniestro. Era pepenador.
El principal sospechoso de haber provocado el incendio, responde al nombre de Juan de Dios, le dicen “El Piojo” y se encontraba en el interior del domicilio donde vivía el pepenador, ya que se drogaba con uno de los hijos de la víctima y como Alberto lo corrió del inmueble al descubrir que estaban consumiendo marihuana junto con su hijo, le prendió fuego a una cortina y a una esponja que utilizaban como colchón, para luego retirarse junto con su novia.
Aparentemente sofocaron el fuego de la cortina y del colchón, pero al parecer, más tarde volvió a reactivarse el fuego y eso provocó la tragedia.
El hijo menor del hoy occiso comentó que tanto él como su hermano Rafael, de 22 años y “El Piojo” junto con la mujer que le acompañaba comenzaron a fumar marihuana durante gran parte del día y a las ocho de la noche que llegó su papá Alberto, al descubrir que se estaban drogando, corrió de la casa a Juan de Dios y a su novia.
Debido a lo anterior, “El Piojo” se molestó e intencionalmente, antes de retirarse le prendió fuego a una cortina y a la esponja que usaban como colchón para dormir, por lo que al percatarse, sofocaron el fuego y enseguida se retiraron a descansar.
No fue sino hasta las cuatro de la mañana cuando se reactivó el incendio, pero para entonces ya era demasiado tarde ya que el señor Alberto Dávila se encontraba acostado y al pretender despertarlo ya no presentaba signos vitales por lo que de inmediato dieron parte a los cuerpos de emergencia.
Una vez que arribó el Agente del Ministerio Público, acompañado de elementos de Servicios Periciales de la Fiscalía General del Estado y del Grupo Homicidios, durante la inspección ocular, establecieron que el pepenador no presentaba ningún tipo de quemaduras, por lo que su deceso se originó por la inhalación de monóxido de carbono (humo) provocado por el incendio.
(Fotografía: Patrulla 790)