Redacción
El número de muertos por las devastadoras inundaciones en Texas se elevó a 109 este martes, mientras los equipos de emergencia comenzaron a transitar de labores de rescate a operaciones de recuperación ante el descenso de probabilidades de hallar sobrevivientes.
La mayoría de las víctimas se localizaron en el condado de Kerr, donde el río Guadalupe se desbordó de manera abrupta, aumentando su nivel casi 24 pies en menos de una hora durante la madrugada del 4 de julio, lo que provocó la destrucción de casas rodantes, vehículos y estructuras arrancadas de sus cimientos.
Uno de los puntos más afectados fue el Camp Mystic, un campamento cristiano femenino situado a orillas del río, que confirmó la muerte de 27 niñas y miembros del personal. Aún permanecen desaparecidas 11 personas, mientras que cientos de rescatistas recorren más de 100 kilómetros de zona afectada en busca de cuerpos o posibles sobrevivientes.
El expresidente Donald Trump informó que él y su esposa Melania visitarán el condado de Kerr este viernes. “Eso es lo que pasa: un presidente se va y todo el mundo se centra en él. No quiero que nadie se centre en nosotros”, declaró, y calificó la situación como “trágica”.
Los meteorólogos prevén que las lluvias cesen en la región centro de Texas a partir del miércoles, aunque advirtieron sobre una posible tormenta eléctrica durante la noche, lo que podría detonar nuevos episodios de inundación repentina.
Autoridades locales han pedido a la población mantenerse alerta y evitar zonas de riesgo, mientras se intensifican las labores para cuantificar daños y dar apoyo a las comunidades afectadas.