Suicida se prende fuego en una gasolinera, hay 12 muertos

Debate

Un suicida que apuntaba contra las fuerzas de seguridad afganas se hizo explotar este martes cerca de una estación de servicio al este del país, donde mató al menos a 12 personas, la mayoría civiles.

Diez de las víctimas eran civiles que se encontraban en el lugar donde el kamikaze atentó contra un vehículo de los servicios de inteligencia afganos en los suburbios de Jalalabad (este), y que reivindicó el grupo yihadista Estado Islámico (EI).

Foto: AFP

Además de las 12 personas muertas, cinco resultaron gravemente heridas por quemaduras, precisó el médico Najibullah Kamawal, director de los servicios de Sanidad de Jalalabad.

El suicida llegó a pie y activó la carga explosiva cuando estaba cerca de una gasolinera que se incendió inmediatamente y ardió durante horas, precisó Attaulá Khogyani, portavoz del gobierno provincial.

“He visto una enorme bola de fuego que hizo que la gente saliera disparada. Algunos ardían. El incendio tardó horas en ser controlado”, contó un testigo, que se identificó como Esmatulá.

Tras el atentado el sitio estaba totalmente calcinado. La gasolinera quedó en ruinas, los vehículos y camiones que estaban en los alrededores quedaron prácticamente calcinados y el suelo estaba repleto de escombros, en claro contraste con la vegetación verde que conduce a ese lugar.

El ataque ocurrió en torno a las 10H00 locales (06H30 GMT), pero fue después de varias horas que se logró controlar las llamas y establecer un balance oficial de víctimas.

En el servicio de mensajería cifrada Telegram, el órgano de propaganda del EI informó del atentado, precisando que “el kamikaze que llevaba una gran cantidad de explosivos atentó contra los servicios de inteligencia afganos”.

Presión militar

El jefe de la policía provincial, Ghulam Sanayee Estanakzai, confirmó que se trataba de miembros de los Servicios de inteligencia (NDS).

Jalalabad es la capital de Nangarhar, provincia montañosa fronteriza con Pakistán, con gran presencia de talibanes y de combatientes del grupo Estado Islámico.

La presión ejercida en estos últimos meses por las fuerzas afganas apoyadas por el ejército estadounidense, en su lucha contra el terrorismo, ha permitido recientemente sacar al EI de tres distritos que estaban bajo su control en los últimos dos años -Kot, Achin y Deh Bala.

Sin embargo, su presencia está lejos de ser eliminada en la región, pese a la instalación de puestos de avanzada estadounidenses sobre las colinas de Deh Bala y una vigilancia constante.

Desde el fin del cese el fuego de tres días observado a mediados de junio entre las fuerzas de seguridad y los talibanes, Jalalabad es la región que ha sufrido mayor cantidad de atentados, mientras que el nivel de violencia ha disminuido en el sur y el sureste del país, según una fuente de seguridad.

Bajo la égida de la Organización de la Conferencia Islámica, un centenar de dignatarios religiosos provenientes de unos 40 países están reunidos hasta el miércoles en Yeda, en Arabia Saudita, donde se espera que reiteren que el conflicto afgano no tiene legitimidad religiosa, tal como lo apuntó en junio el consejo de los ulemas afganos.