Revelan más datos del origen de Oumuamua

Redacción

El ‘explorador de un lugar lejano’ o Oumuamua surgió en nuestro sistema solar como el primer objeto interestelar conocido que atravesaba nuestro vecindario cósmico. Las teorías al respecto de su origen se sucedieron desde que fuese observado en 2017. ¿Qué era Oumuamua? ¿Una nave alienígena como exponía el polémico físico teórico Avi Loeb? ¿Un cometa? ¿Los restos de un naufragio estelar? El objeto desafiaba toda explicación.

El rompecabezas sigue sin ser desvelado casi cuatro años después de su descubrimiento. ¿O quizá no?

Misterio, ¿resuelto?

Ahora, un par de astrofísicos de la Universidad Estatal de Arizona (EE. UU.) lideran un estudio que pone sobre la mesa una nueva e interesante hipótesis: Oumuamua forma parte de un planeta similar a Plutón proveniente de otro sistema solar que fue desgajado de su hogar hace unos 400 millones de años.

El equipo descubrió que podía explicar mucho de lo que hemos observado hasta ahora si el objeto estuviera hecho de hielo de nitrógeno, como la superficie de Plutón. Al parecer, ni siquiera estábamos acertados en su forma: no tiene silueta de cigarro, sino que es plano como una tortita.

Los científicos estiman que ‘Oumuamua entró por primera vez al sistema solar en 1995. A medida que se acercaba al Sol, comenzó a evaporarse lentamente. Este proceso creó su extraña forma aplanada (como lo que ocurre cuando utilizamos durante mucho tiempo una pastilla de jabón) y explica por qué el objeto está acelerando a medida que pasa el Sol. Se alejó un poco más rápido de lo que la gravedad le permitía y es algo que sucede cuando los hielos en los lados iluminados por el Sol de los cometas se vaporizan, dándoles un pequeño impulso de velocidad como un cohete. Pero a diferencia de los cometas, ‘Oumuamua no parecía tener una cola cometaria.

¿Qué tipo de hielo en evaporación podría darle ese ‘empujón’?

Los científicos planetarios Alan Jackson y Steven Desch, que publican sus resultados en el Journal of Geophysical Research: Planets, calcularon el empuje sobre Ouamuamua si estuviera hecho de hielos como nitrógeno, hidrógeno y agua y determinaron que el hielo de nigrógeno encajaba perfectamente con este objeto.

Y dado que se ha observado hielo de nitrógeno sólido en la superficie de Plutón, es posible que el planeta madre de Oumuamua fuera similar. “Sabíamos que habíamos dado con la idea correcta cuando completamos el cálculo de qué albedo (lo que nos dice cómo de reflectante es el objeto) haría que el movimiento de ‘Oumuamua’ coincidiera con las observaciones”, aclara Jackson. “Ese valor resultó ser el mismo que observamos en la superficie de Plutón o Tritón, cuerpos cubiertos de hielo de nitrógeno”.

Los investigadores apuntan a que Oumuamua entró en el sistema solar a una velocidad ligeramente más lenta de lo que cabría esperar, lo que indicaría que no lleva viajando por el espacio interestelar más de 1.000 millones de años.

“Hasta ahora, no habíamos tenido forma de saber si otros sistemas solares tienen planetas similares a Plutón, pero ahora hemos visto un trozo de uno pasar por la Tierra”, concluyen los expertos.

¿Podemos confirmar esta hipótesis?

Por desgracia, el viajero interestelar está ya demasiado lejos para repetir observaciones y es demasiado pequeño, así que parar cerrar del todo este enigma necesitaremos nuevos observatorios, como el Observatorio Vera Rubin o la misión Comet Interceptor de la ESA, que sean capaces de rastrear todos los objetos interestelares que pasan por nuestro sistema solar.