Las promesas incumplidas entre Trump y Kim Jong Un

Uno TV

El presidente estadunidense Donald Trump llegó el martes a Vietnam para una segunda reunión con el líder de Corea del Norte Kim Jong Un en la que buscarán un acuerdo para abandonar las armas nucleares a cambio del levantamiento de sanciones a la vapuleada economía norcoreana y mejores relaciones con Estados Unidos y otras naciones.

El presidente estadounidense, Donald Trump, es objeto de una presión particular para que de su segundo encuentro con el líder norcoreano, que se celebrará el miércoles y jueves en Hanói, salgan resultados concretos después de su histórica cumbre de junio del año pasado, ya que ocho meses después de esa reunión hay muchas promesas sin cumplir.

El 12 de junio ambos líderes acordaron y firmaron un documento con cuatro puntos:

El primero indica que “EU y la RPDC se comprometen a establecer unas nuevas relaciones bilaterales que respondan al deseo de los pueblos de ambos países para la paz y la prosperidad”.

Conforme al segundo punto, Washington y Pyongyang “aunarán sus esfuerzos para construir un régimen de paz duradero y robusto en la península coreana”.

El tercer punto establece que, “reafirmando la declaración de Panmunjom del 27 de abril de 2018”, Corea del Norte “se compromete a trabajar para una desnuclearización completa de la península coreana”.

Finalmente, el cuarto dice que EU y la RPDC “se comprometen a recuperar los restos de los prisioneros de guerra y los desaparecidos en combate, incluyendo la repatriación inmediata de los que ya han sido identificados”.

Ante la cita de este miércoles, repasamos sus promesas de la cumbre de Singapur y si se han cumplido o se han roto:

Promesa de continuar el diálogo

En la declaración conjunta firmada en Singapur, Kim reiteró el “compromiso firme e inquebrantable de completar la desnuclearización de la península de Corea” por parte de Pyongyang, aunque el texto no especificó qué pasos iban a emprender ambas partes para alcanzar dicho objetivo.

Estados Unidos y Corea del Norte han seguido dialogando en este tiempo. El secretario de Estado, Mike Pompeo, ha viajado al país asiático en cuatro ocasiones en el último año para reunirse con los responsables norcoreanos, incluido Kim. Según los medios norcoreanos, dichas conversaciones han ido desde “muy decepcionantes” a “productivas y maravillosas”.

Pyongyang ha recurrido en ocasiones a la retórica más agresiva que anteriormente ilustró las relaciones entre los dos países, acusando a Pompeo de actuar “como un gánster” y amenazando “con buscar una nueva vía si Estados Unidos no cumple sus promesas o se equivoca al calcular nuestra paciencia”.

Repatriación de restos

En virtud del acuerdo, Kim también prometió recuperar los restos de prisioneros estadounidenses de la Guerra de Corea (1950-53), incluida la “repatriación inmediata de aquellos ya identificados”.

Al mes siguiente, Pyongyang entregó los restos de 55 soldados estadounidenses, cumpliendo parcialmente su promesa, y provocando el agradecimiento de Trump al “presidente Kim por mantener su palabra”.

Sin embargo, miles de soldados estadounidenses que lucharon en la Guerra de Corea todavía permanecen desaparecidos y no está claro si Pyongyang pretende seguir trabajando para repatriar más restos.

Visita a la Casa Blanca

En Singapur, Trump dijo que “por supuesto” que invitaría a Kim a visitar la Casa Blanca. Eso no ha ocurrido, pero el presidente estadounidense sí que recibió al principal negociador norcoreano, Kim Yong Chol, en el Despacho Oval el mes pasado.

Poco después de esa reunión, que Trump describió como “increíble”, el presidente anunció que se reuniría por segunda vez con Kim Jong Un en febrero. Kim también invitó a Trump a Pyongyang tras su primer encuentro y el mandatario estadounidense presuntamente habría aceptado, según la agencia de noticias oficial norcoreana, KCNA.

Trump ha elogiado su relación con Kim, armando que él y el líder norcoreano “se enamoraron”  tras su encuentro inicial y elogiando las “bonitas cartas” que le ha enviado el mandatario norcoreano.

Adiós a las sanciones

“El mundo verá un gran cambio”, aseguró Kim el pasado junio en Singapur mientras firmaba el “histórico” acuerdo con Trump. El presidente estadounidense prometió que el proceso de desnuclearización comenzaría “muy pronto”.

Sin embargo, responsables de la Inteligencia estadounidense han concluido que Corea del Norte “es improbable que abandone por completo su armamento nuclear y capacidades productivas”, dijo el director de Inteligencia Nacional, Dan Coats, ante la comisión de Inteligencia del Senado el mes pasado.

En diciembre, los medios estatales norcoreanos pusieron en duda el proceso cuando criticaron duramente una nueva ronda de sanciones económicas de Estados Unidos contra el país asiático, armando que el gesto podría “bloquear la senda hacia la desnuclearización en la península de Corea para siempre”.

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