La iglesia católica no puede enfrentarse con Trump: Carlos Alvarado

Francisco Espinosa

Aguascalientes, Ags.- Con tan solo una semana al mando del país más poderoso del mundo, Donald Trumpo ha convulsionado a innumerables sectores de la sociedad internacional, debido a sus órdenes ejecutivas que van desde la pronta construcción del muro fronterizo entre Estados Unidos y México, hasta la prohibición de dar entrada a ciudadanos de algunos países de ideología musulmana, a pesar de su estatus legal en el país norteamericano.

 

Ante estas crisis migratorias generadas por el discurso nacionalista del presidente de Estados Unidos, México ha intentado proclamar un estado de unidad inquebrantable para hacerle frente a lo que muchos han catalogado como la peor crisis diplomática entre los dos países que no solo comparten frontera, sino que son principales socios comerciales en muchos ámbitos.

 

Tras el rechazo generalizado de la sociedad para unirse a la propuesta de una clase política cada vez menos aceptada y respetada, algunos analistas sociopolíticos han dicho abiertamente que tanto el ejército como la iglesia católica, dos instituciones que gozan del respaldo de la mayoría de los mexicanos, deberían liderar el estandarte de dicha misión, para que por fin los ciudadanos se involucren en el cometido.

 

Sin embargo, para Carlos Alvarado Quezada, vocero de la diócesis de Aguascalientes, esto no es posible porque la iglesia no tiene ese papel. “Nuestra labor será siempre unir y crear un pensamiento para buscar la paz y justicia que necesitamos”, insistió dejando claro que pueden aportar ciertas cosas, pero de ninguna manera ser estandartes de algo que desde su parecer, es responsabilidad de las autoridades gubernamentales.

 

Además, reiteró que la línea divisoria entre iglesia y estado está bastante clara, “y nunca tomaremos un papel que no nos toca”. Fue claro al decir que cada quien debe hacerse cargo de sus propias responsabilidades, refiriéndose al papel que debe tomar el gobierno ante esta inusitada situación provocada desde el norte del continente.

 

Fue tajante al decir que su trabajo es y será siempre para adentro de la iglesia católica “para ayudar a reconstruir el tejido social tan afectado, pero esto es un trabajo de líderes políticos, por los cuales oramos constantemente. Pedimos que sean conscientes”, concluyó.