Hallan indicio de la tortura que acabó con la vida de Jesucristo

Debate

La revista Archaeological and Anthropological Sciences ha publicado un informe sobre el descubrimiento por parte de arqueólogos italianos, de un esqueleto de 2 mil años de antigüedad que perteneció a un hombre que posiblemente murió crucificado.

El hecho asombra a los expertos ya que a pesar de que la crucifixión fue una tortura que los romanos practicaron por muchos siglos, las pruebas físicas de este método de castigo son extremadamente raras de encontrar.
“La importancia de este descubrimiento reside en el hecho de que es el segundo caso documentado en el mundo”, subraya una de los autores del estudio, Ursula Thun Hohenstein, de la Universidad de Ferrara.

Tiene una extraña marca en el talón

Las pruebas que ayuden a resolver estas incógnitas son escasas debido a que las cruces de madera se desgastaban muy rápido y a que los clavos se extraían del cuerpo de la víctima.

Por tanto, el esqueleto encontrado en Italia, que pertenecía a un hombre de no más de 35 años de edad, fue descubierto en las excavaciones de una tumba en Padana, Venecia.

Los arqueólogos señalan haber encontrado una ‘extraña’ lesión “en todo lo ancho” del hueso del talón.

De ahí surge la conclusión de que el talón pudo haber sido clavado a una superficie antes de que la víctima muriera.

Los expertos sugieren “la crucifixión como una posible causa de la lesión”, sin embargo, destaca que “esta interpretación se ve complicada por la mala conservación de la superficie de los huesos y a los daños y agujeros presentes en otras partes del esqueleto”.