Gigantes tech vaticinan el fin del smartphone y perfilan sus reemplazos

Redacción

El smartphone, tal como lo conocemos, podría tener los días contados. Aunque los dispositivos móviles han vuelto a diseños más simples, con pantallas planas y botoneras físicas, líderes de la industria tecnológica ya piensan en un futuro donde el teléfono inteligente será reemplazado por tecnologías más integradas, inteligentes e incluso implantadas en el cuerpo humano.

Empresas como Samsung ya han declarado que los móviles actuales dejarán de ser “smart” para dar paso a una nueva era de dispositivos potenciados por inteligencia artificial, conocidos como AI-phones. Pero no es la única voz: Elon Musk, Mark Zuckerberg, Tim Cook, Bill Gates y Sam Altman ya tienen sus propias apuestas.

Elon Musk, a través de Neuralink, promueve implantes cerebrales que permitan controlar dispositivos sin necesidad de pantallas ni botones. Aunque su desarrollo tiene aplicaciones médicas, ya ha demostrado que una persona puede operar equipos electrónicos sólo con la mente.

Mark Zuckerberg, por su parte, descarta los móviles y apuesta por el metaverso. Desde Meta impulsan las gafas inteligentes como acceso a mundos virtuales donde los avatares interactúan en tiempo real con capas adicionales de información. Ya comercializan modelos junto a RayBan en varios países.

En contraste, Tim Cook aún defiende el futuro del iPhone. El CEO de Apple asegura que los smartphones tienen mucho por evolucionar antes de ser superados, aunque reconoce que la empresa ya incursiona en dispositivos como el Vision Pro, un ordenador espacial con funciones inmersivas.

Bill Gates vislumbra un futuro con tatuajes electrónicos. Empresas respaldadas por el exdirector de Microsoft desarrollan tecnologías como Chaotic Moon, que permite insertar chips en la piel para monitorear salud o controlar dispositivos mediante gestos, sin intervención directa del usuario.

Finalmente, Sam Altman, CEO de OpenAI, apuesta por un dispositivo sencillo, enfocado exclusivamente en integrar inteligencia artificial. Cree que un gadget autónomo y predictivo hará innecesario el uso constante del smartphone, aunque reconoce que intentos como el Rabbid r1 o el Humane AI Pin llegaron demasiado pronto.