Ganadoras de contratos petroleros, estan ligadas a Carlos Salinas y a Grupo Higa

La Jornada

Cd. de México.- La empresa Sierra Oil & Gas, que ganó en consorcio con la estadounidense Talos Energy LLC y la inglesa Premier Oil PLC, los dos bloques de los 14 subastados para explorar y explotar gas en el Golfo de México, esta ligada a Carlos Salinas y a la constructora Higa propiedad de Juan Armando Hinojosa Cantú, celebre por ser el constructor de la residencia de Angélica Rivera, esposa del presidente Enrique Peña Nieto.

Mientras el gobierno federal destaca que en el proceso de la ronda 1, la transparencia fue el común denominador, entre los accionistas de Sierra Oil & Gas figura Hipólito Gerard Rivero, cuñado de Carlos Salinas, quien posee una participación accionaria de 13 por ciento en la compañía petrolera mexicana de reciente creación.

Es importante recordar, que en la licitación del tren rápido México-Querétaro, la empresa de Hipólito Gerard (Constructora y Edificadora GIA+A) participaba en consorcio con las empresas China Railway Construction, Prodemex y Constructora Teya. Esta última propiedad de Juan Armando Hinojosa Cantú, presidente de Grupo Higa.

Coincidentemente, las relaciones públicas de Sierra Oil & Gas son manejadas por Proa- Structura, empresa del priista Jesús Reyes Heroles González Garza, quien fuera director general de Petróleos Mexicanos (Pemex) durante parte de la administración Panista del 1 de diciembre de 2006 al 8 de septiembre de 2009.

La participación de Hipólito Gerard Rivero en Sierra Oil & Gas es a través del Fondo de Inversión Infraestructura Institucional (I2 ), una plataforma especializada en el manejo e inversión de capital institucional en proyectos de infraestructura en México, con más de 3 mil millones de pesos administrados.

El Fondo de inversión I2 es socio activo en cinco proyectos repartidos entre infraestructura de transporte e infraestructura social, con inversión total efectuada y programada de más de 25 mil millones de pesos y tiene presencia en los estados de México, Michoacán, Jalisco y Chiapas, con relaciones establecidas tanto con las autoridades locales como con proveedores locales y nacionales.

Posee el llamado Paquete Michoacan una concesión a 30 años para operar, mantener, modernizar y ampliar 4 tramos carreteros en el Estado de Michoacán con longitud total de alrededor de 273 Kilómetros.

Aunque Sierra O&G, se autodenomina como la primera petrolera mexicana, en términos reales su capital proviene de grupos financieros de origen estadounidense como EnCap Investments con una participación de 43.5 por ciento, Riverstone Holdings, Riverstone Energy con otro 43.5 por ciento y también de Infraestructura Institucional con 13 por ciento, y que tiene como antecedente haber participado en el proyecto del hospital del IMSS en Zumpango, Hidalgo celebre por haberse excedido en costos.

El consorcio encabezado por Sierra Oil & Gas esta integrado por la estadounidense Talos Energy con operaciones en el Golfo de México, con base en Houston, Texas y la inglesa Premier Oil con operaciones en el sureste de Asia, Pakistán, Islas Malvinas, África y Brasil.

Apenas la semana pasada Sierra Oil & Gas y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a través de su Instituto de Geología, firmaron un convenio marco de colaboración enfocado a potenciar la formación y la investigación en el ramo del petrolero.

Por otra parte, el influyente Grupo Financiero Citi-Banamex consideró que los primeros resultados de la ronda inicial para la reapertura del sector petrolero al sector privado “fueron decepcionantes”.

Destacó que “la primera etapa de la Ronda 1 para la exploración y producción de petróleo fue decepcionante, ya que sólo 2 áreas contractuales fueron asignadas”.

Explicó que claramente, el momento de la primera ronda no fue propicio dada la caída de los precios del petróleo y del gas. “Así la lección para el gobierno debe incluir una evaluación de por qué varias empresas optaron por no poner una propuesta en la mesa”

En un reporte para inversionistas, Citi-Banamex señaló que los resultados de la etapa inicial de la Ronda 1 fueron un recordatorio aleccionador del alto nivel de incertidumbre que rodea la apertura petrolera.

“Creemos que el resultado acumulado de todas las etapas que conforman la Ronda 1, más que el derrotero de una fase particular, será lo que en última instancia influya en las percepciones del mercado. Por consiguiente, podemos decir que el acumulado al día de hoy añade menos de lo que esperábamos en un principio. En particular, se estima que los dos contratos asignados generarán una inversión de alrededor de 200 millones de dólares durante su fase de exploración en los próximos 2-3 años”.

En términos de los ingresos del gobierno, el alto porcentaje de las utilidades que será destinado para el gobierno de las dos ofertas asignadas implican un resultado más alentador: prevemos que el pleno desarrollo de los proyectos podría impulsar los ingresos del gobierno hasta en 3 mil 800 millones de dólares en los próximos 6 años en un escenario normalizado de precios del petróleo de 60 dólares por barril y hasta 5 mil millones de dólares en un escenario de precios de crudo de 75 dólares por barril.