Gilberto Valadez
Aguascalientes, Ags.- Envuelto en su tercera camiseta partidista, el ex gobernador Luis Armando Reynoso Femat compitió nuevamente en un proceso electoral donde se enfrentó a la realidad de que su carrera en el ámbito político prácticamente ha llegado a un final.
Quien fuera el candidato más votado en las elecciones por la gubernatura durante los comicios de 2004, hoy más de tres lustros después apenas pudo reunir tres mil sufragios en su intento por volver a ser presidente municipal de Aguascalientes.
Reynoso Femat, quien inició en el PRI y llegó a apoyar la campaña política de Luis Donaldo Colosio en 1994, pasaría luego al Partido Acción Nacional en donde concretó sus mejores éxitos políticos: primero electo alcalde de la ciudad capital y después electo gobernador con el 55 por ciento de la votación. En este 2021 pasó a contender para el partido Fuerza por México, de reciente creación.
Pero antes, el ex panista había dejado un negro historial de abusos y malos gobiernos. Como alcalde fue acusado de alterar el patrimonio histórico de la ciudad y de intolerancia a la diversidad sexual. Ya en el gobierno, los señalamientos fueron desde cerrazón a la crítica, proyectos mal concebidos y presuntos desvíos millonarios. Incluso su principal apuesta como mandatario: apoyar con recursos públicos al club de futbol Necaxa no redituó y el equipo descendió de categoría.
El tiempo le cobraría la factura a los excesos de Reynoso. Primero enemistado con el PAN que intentó expulsarle de sus filas, su familia exhibida en redes sociales por su enriquecimiento; hasta acusaciones concretas de peculado que le llevaron a ser detenido y hasta sentenciado.
Con todo, Luis Armando intentó mantenerse en la política partidista y aunque no logró ser tomado en cuenta por el blanquiazul, encontró cabida en Fuerza por México, que le hizo candidato a la alcaldía.
Pero la candidatura de Reynoso empezó mal, pues a unos días de iniciar el proceso renunció de manera inopinada a sus aspiraciones. Aunque de última hora dio marcha atrás y aceptó participar en un proceso donde ya no sería competencia.
Aunque es justo reconocer que Fuerza por México ganó una alcaldía y algunas regidurías locales, lo cierto es que la votación para su principal rostro en la campaña fue tan reducida que no le bastó para alcanzar el registro. Echando por tierra los proyectos de un ex gobernador que hace tiempo dejó de ser relevante para la vida política de Aguascalientes.