Redacción
Ciudad de México.- El Tren Maya es un proyecto que busca llevar a turistas al corazón de la selva tropical mexicana, pero la construcción del mismo está desenterrando y destruyendo los mismos yacimientos que atraen a viajeros de todo el mundo.
El arqueólogo Manuel Pérez Rivas fue contratado por el Estado para abogar por los tesoros culturales de la zona. Sin embargo, se enfrenta al ostracismo de sus compañeros, plazos imposibles de líderes políticos y peleas constantes con los equipos de construcción mientras descubre ruinas y artefactos asombrosos.
Su trabajo exige que su equipo recorra kilómetros de junglas y cuevas inexploradas en apenas unas semanas y califique cualquier hallazgo en una escala que hará que una gran parte de los yacimientos sean arrojados al basurero de la historia con poca o ninguna investigación.
Pérez Rivas contó que incluso hay montículos de tierra que en realidad son pirámides enterradas que no hasta entonces, eran desconocidas. Los arqueólogos también han encontrado 600 mil fragmentos de cerámica antigua y 450 restos humanos, y más 9000 cuevas y sumideros.
El reportaje completo del Washington Post está aquí: https://www.washingtonpost.com/world/interactive/2022/mexico-tren-maya-destruction-archeology/?itid=hp-more-top-stories_p003_f001