Entre nuevas protestas en Francia, crece descontento contra Macron

Redacción

Francia.- Desde que el presidente Emmanuel Macron inflamó la ira pública al forzar un proyecto de ley sobre la edad de jubilación en el parlamento sin votación, grandes multitudes en París y otras ciudades francesas salieron a las calles en las primeras manifestaciones masivas.

Vale mencionar que dichas huelgas alteraron los viajes en Francia el jueves, cuando los manifestantes bloquearon las estaciones de tren, el aeropuerto Charles de Gaulle en París, las refinerías y los puertos.

Se organizaron más de 250 protestas en todo el país y los líderes sindicales elogiaron la movilización “significativa”.

En el caso de París, decenas de miles se reunieron en la plaza de la Bastilla en un ambiente alegre, muchos ondeando banderas sindicales al son de canciones de protesta estándar mientras comenzaban a caminar por la capital; coreando muchos, “estamos aquí, incluso si Macron no lo quiere, ¡estamos aquí!”.

En la ciudad occidental de Rennes, estallaron peleas entre algunos participantes y la policía, que utilizó cañones de agua para dispersar a la multitud.

Por su parte el ministro del Interior, Gerald Darmanin, denunció “ataques y daños inaceptables” en un edificio estatal y una comisaría en Lorient, también en el oeste de Francia, al respecto tuiteó, “Estas acciones no pueden quedar impunes”.

Los trenes regionales y de alta velocidad, el metro de París y los sistemas de transporte público en otras ciudades importantes se vieron interrumpidos; y alrededor del 30% de los vuelos en el aeropuerto de París Orly fueron cancelados; en tanto que la Torre Eiffel y el Palacio de Versalles fueron cerrados el jueves debido a las huelgas; y los manifestantes organizaron bloqueos en las principales carreteras y cruces para reducir el tráfico en las grandes ciudades.

Los eventos del jueves fueron la novena ronda de manifestaciones y huelgas a nivel nacional convocadas por los ocho principales sindicatos de Francia desde enero; aunque la violencia se ha intensificado en los últimos días en pequeñas protestas dispersas contra la reforma de las pensiones y el liderazgo de Macron, en contraste con las grandes manifestaciones mayoritariamente pacíficas organizadas por los sindicatos hasta entonces.

Los disturbios sociales en Francia también están empañando el brillo del primer viaje al extranjero del rey Carlos III como monarca, programado para la próxima semana, con trabajadores en huelga que se niegan a proporcionar alfombras rojas y basura sin recoger que se acumula en las calles de París .

Por su parte el líder francés resiste obstinadamente el descontento en las calles y dijo el miércoles que el proyecto de ley del gobierno para elevar la edad de jubilación de 62 a 64 años debe implementarse antes de fin de año.

El líder del sindicato CGT, Philippe Martínez, dijo que Macron “arrojó un tanque de gasolina al fuego”; mientras que Fabien Villedieu, sindicalista de SUD-rail, dijo que la huelga en la empresa ferroviaria francesa SNCF es indefinida. “Hay acciones todos los días en todas partes, en todas las ciudades pequeñas y grandes de Francia, con una, dos, tres o cuatro protestas. Uno, dos, tres o cuatro bloqueos”, dijo. “¿Qué tenemos que hacer para que el gobierno escuche?”.

En los suburbios del norte de París, varias decenas de sindicalistas bloquearon una estación de autobuses en Pantin, impidiendo que unos 200 vehículos salieran durante la hora pico; dónde Nadia Belhoum, una conductora de autobús de 48 años que participó en la acción, criticó la decisión de Macron de imponer una edad de jubilación más alta; y dijo “el presidente de la República… no es un rey, y debe escuchar a su pueblo”.

Aunado a ello el Ministerio de Educación dijo en un comunicado que alrededor del 24% de los maestros se han ido del trabajo en las escuelas primarias y secundarias, y el 15% en las escuelas secundarias.

En tanto que el gobierno francés invocó una disposición constitucional la semana pasada para que se aprobara el proyecto de ley de pensiones sin la aprobación de los legisladores. El proyecto de ley ahora debe pasar una revisión por parte del Consejo Constitucional de Francia antes de convertirse en ley; destacando que el gobierno de Macron sobrevivió a dos votos de censura en la cámara baja del parlamento el lunes.

Cabe recordar que el presidente centrista de 45 años, que se encuentra en su segundo y último mandato, dijo repetidamente que estaba convencido de que el sistema de jubilación de Francia necesitaba modificarse para mantenerlo financiado, mientras que los opositores propusieron otras soluciones, incluidos impuestos más altos para los ricos o las empresas, que según Macron dañarían la economía.

*Con información de The Associated Press