Redacción
Un equipo de arqueólogos de la Universidad de la Sapienza, en Roma, descubrió una antigua alberca sagrada que era utilizada como centro ceremonial y además, como observatorio astronómico, al estar alineada con algunas estrellas y constelaciones.
Por la forma rectangular de la cuenca, en 1920 se asumió que era un puerto para los barcos fenicios de guerra. Un siglo más tarde, sin embargo, los arqueólogos romanos tienen otra información: al observar los demás hallazgos que tiene el sitio, se descubrió que era la pieza central de un complejo religioso antiguo.
A los arqueólogos les interesaba investigar cuál era la función de la alberca sagrada recién encontrada en Sicilia. Volviendo la mirada a la bóveda celeste italiana, se percataron de que el rectángulo de la cuenca se alinea perfectamente con las estrellas.
Con respecto a quién iba dirigido el centro religioso, los arqueólogos suponen que se construyó en honor a Ba’al, una divinidad que compartieron los fenicios con otros pueblos.
Por ello, la alberca sagrada tenía una doble función. Así como un espacio de reposo y culto para los habitantes de la isla, parece ser que era un mapa del cielo también.
Esto refuerza la conexión profunda que los fenicios tenían con sus antepasados y divinidades, concluyen los arqueólogos romanos.
Con información de National Geographic