El mundo no está preparado para una pandemia de gripe: expertos

Redacción

A pesar del gran número de enfermedades alarmantes que existen en el planeta, la más peligrosa para la salud pública mundial puede ser simple: la gripe.

El riesgo de que un nuevo virus de la gripe se propague de los animales a los seres humanos y cause una pandemia, es constante y real.

Ante esta situación, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, planteó que la humanidad debe estar en constante vigilancia y preparada para afrontar una posible pandemia de gripe.

Las cifras respaldan las palabras del especialista: cada año se dan cerca de mil millones de casos de gripe, de los cuales 290 mil y 650 mil casos resultan ser mortales.

La historia ya ha registrado escenarios mortíferos gracias a la propagación de una gripe. Entre 1918 y 1920, unos 500 millones de humanos sufrieron de la gripe Española. Los muertos por esta infección se contabilizaron entre 50 y 100 millones, lo que representó casi el 5 por ciento de la población mundial.

Los expertos de la OMS reconocen que este tipo de brotes no pueden ser predecidos. Por ejemplo, en el año 2003 la reaparición en Asia de la cepa A(H5N1) del virus de la gripe aviar mostró que este mal podía transmitirse de animales a humanos. Sin embargo, en esa ocasión no llegó a declarase una pandemia, pues el virus no conservaba la capacidad permanente de contagiarse de una persona a otra.

En 2009, la que causó la cepa H1N1 de la gripe porcina, que comenzó en México, se propagó rápidamente por todo el mundo. Se estima que murieron entre 105 y 395 mil afectados. Aunque algunas epidemias de gripe estacional pueden ocasionar aún más muertes, este caso convenció a las autoridades sanitarias de que estábamos mal preparados para responder con eficacia a este tipo de casos.

La última estrategia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es la más completa y de mayor alcance que se ha desarrollado hasta la fecha para contener este virus. Para ello, no solo se pretenden fortalecer los mecanismos de prevención ya existentes, sino fijar unas directrices que permitan mejorar la respuesta de cada país a una pandemia.

En esencia, el planteamiento de la OMS tiene dos objetivos. El primero consiste en mejorar los sistemas de vigilancia y respuesta, así como la prevención, el tratamiento y los medios que permitan prepararse para futuras crisis. Para lograrlo, cada país debe elaborar un programa específico adaptado a sus necesidades que también contribuya a la seguridad sanitaria mundial.

El segundo es diseñar mejores instrumentos para prevenir, detectar, controlar y tratar la gripe, desde vacunas hasta antivirales, y garantizar que todos los países tengan acceso a ellos.

A pesar de los grandes esfuerzos, la realidad es que no estamos preparados para afrontar una pandemia de gripe.

De acuerdo con el Jefe del Servicio de Microbiología e Inmunología del Hospital Clínico de Valladolid, Raúl Ortiz de Lejarazu, “no estamos lo suficientemente preparados para afrontar una pandemia de gripe, ya que hay que tener en cuenta que la organización para contener un fenómeno de este tipo tiene que ser global; no solamente en los países ricos, sino también en los de recursos más limitados”. 

El talón de Aquiles en esta situación es la disponibilidad de vacunas: los países productores siempre son los primeros en acceder a ellas, mientras que los que se encuentran en vías de desarrollo suelen ser los últimos.

Por si fuera poco, no se puede predecir el tipo de gripe que podría desarrollarse, por lo que la vacuna en contra del virus tardaría en crearse.

Es por ello que lo más importante es la prevención y preparación, con buenos diagnósticos en los pacientes y con disponibilidad de servicios de salud.

Con información de Muy Interesante