Redacción
México.- ¿Alguna vez has soñado con volar? Seguramente, al igual que muchos de nosotros (sobre todo cuando éramos niños), pensaste en contar con unas alas o ser un superhéroe e ir a todos lados volando.
El ser humano ha logrado conquistar distintos ambientes como el acuático y por supuesto, debido a la naturaleza de nuestra especie, el terrestre.
Sin embargo, esto no fue suficiente para nuestros antepasados que, después de un largo proceso, análisis, prueba y error, lograron plantear las bases de la aviación. Hoy en día, a nadie le sorprende ver pasar un avión, hecho que, hace unos años, era toda una novedad.
¿Qué es y cómo funciona un avión?
Un avión (del francés avion y este como forma aumentativa del latín avis, ave), también denominado aeroplano (del francés aéroplane), es un aerodino de ala fija, o aeronave con mayor densidad que el aire, dotado de alas y un espacio de carga, capaz de volar impulsado por uno o más motores.
Su principio de funcionamiento se basa en la fuerza aerodinámica que se genera sobre las alas, en sentido ascendente, llamada sustentación. Esta tiene origen, gracias a la diferencia de presiones entre la parte superior y la parte inferior del ala, producida por la forma del perfil alar.
A pesar de que la mayoría de las personas sabe qué es un avión y ha viajado en ellos, pocos han logrado resolver una constante duda en torno a este transporte.
¿Qué son las líneas blancas que deja un avión en el cielo?
La razón de estos rastros lineares blancos, es la misma que explica el vaho producido en un día de frío, pero más allá de una curiosidad científica, y sirve a los meteorólogos para estudiar aspectos atmosféricos.
La mayoría de nosotros hemos visto pasar un avión y a su paso dejar una línea blanca, pero, ¿de dónde salen estas líneas con aspecto de nubes alargadas que se dejan ver en los días claros?
La respuesta radica en un cambio de temperatura. Los aviones forman una estela de vapor tras el proceso de combustión del queroseno, y los gases expulsados por el motor salen a una temperatura más alta que la del exterior.
Este brusco choque de temperaturas a una altura superior a los 30.000 pies (-50 grados en el ambiente) provoca la condensación inmediata del agua que se encuentra presente en esta mezcla de sustancias.
Para resumir esta información, podemos decir que el motor del avión expulsa dióxido de carbono, óxidos de azufre y nitrógeno, combustible no quemado, partículas metálicas y hollín, siendo este último, el elemento que ofrece las condiciones de condensación para el vapor de agua, ya que las minúsculas gotas se condensan en su superficie.
Esto en conjunto con el efecto de expansión del gas liberado del motor, generan estas líneas sobre la atmósfera.
A pesar de los importantes avances que se han hecho en la aviación, cada día se hacen mejoras en este transporte, gracias a la implementación de nuevas tecnologías, haciendo que los vuelos se vuelvan cada vez más seguros para los usuarios.
*Información de Enséñame de Ciencia.