Andrés Rojo
Aguascalientes, Ags.- Una decena de fieles de la comunidad de San José perteneciente a Encarnación de Díaz, Jalisco, pero que pertenece a la diócesis de Aguascalientes se manifestaron a las afueras del obispado luego de que señalan que el párroco del lugar usa la capilla como salón de fiestas, además de que lo cobra muy caro.
“Él organiza ahorita eventos particulares, él cobra por persona $1,950 pesos, organiza una especie de encuentros espirituales en esa iglesia pero ahorita lo tiene como negocio; ofrecen servicios como hospedaje, ofrecen masajes, comidas…”, dijo uno de los quejosos.
De igual manera los feligreses dieron a conocer que desde el 2014, llegó al lugar el padre Noé de los Santos García, quien lejos de fomentar las actividades religiosas en la capilla, decidió cambiar las chapas y cerrar el lugar para darle uso comercial, a pesar de las críticas que han hecho los habitantes de la comunidad.
“El padre cambió la chapa, se apoderó de la iglesia y ahorita ya quitó todo lo que viene siendo los santos y vírgenes de la iglesia”, dijo otro más de los indignados.
De acuerdo con los manifestantes, la propiedad pertenecía al abuelo del sacerdote, pero posteriormente el terreno fue donado a la comunidad para la construcción de la iglesia.
“Él en vida le regaló a la señora Angélica de los Santos Limón esa área, donde está plantada la iglesia, con esa confianza la comunidad a base de rifas, de organizarse, de sacar ingresos, ellos empiezan los cimientos, construyen la iglesia y después de que está terminada se apodera el señor este”, recordó uno de ellos.
De tal suerte que los habitantes de San José piden exigen a José María de la Torre, obispo de la diócesis a la cual pertenecen les dé una solución favorable toda vez que hoy en día no hay quien brinde los servicios religiosos que se otorgaban anteriormente.
“Un cura que debe poner el ejemplo hizo eso en contra de la comunidad y entonces por eso las personas venimos a manifestarnos, a pedir justicia y a pedirle al obispo José María que nos apoye”.
El purpurado no se encontró en sus oficinas y fueron recibidos por el vocero del obispado, Carlos Alvarez quien se comprometió a darles solución a su problemática.