Denuncian corrupción en taquilleros del Palenque de la feria

Francisco Espinosa

Aguascalientes, Ags.- Una artimaña dejó mal parada a la administración del Palenque de la feria de San Marcos, al menos para un par de turistas quienes decidieron pasar unos días en Aguascalientes para conocer de primera mano la fama de la verbena abrileña y sus diferentes opciones de entretenimiento. Con boletos en mano para presenciar el concierto de María José en el Palenque de la Feria, casi se quedan afuera por un acto de corrupción deleznable.

 

“Le encargamos a una prima que nos comprara un par de boletos para el concierto. Tres días antes, tuvimos un contratiempo y decidimos cancelar el viaje. Al final, pudimos resolver rápido el problema y llegamos el día del concierto, una horas antes”, explicó “Marcela“, a El Clarinete quien no quiso dar su nombre verdadero, oriunda de Tlaxcala, quien vino por primera vez a la FNSM, acompañada de su marido.

 

En cuanto Marcela canceló el viaje a Aguascalientes, su prima decidió acercarse a las taquillas del Palenque para ver si había la posibilidad de que le reembolsaran el dinero gastado en dos boletos que no iba a utilizar. Allí, checaron las entradas y tras un par de minutos le dijeron que no se podía. Al final, con la confirmación de Marcela, se despreocupó de intentar venderlos. La sorpresa fue a la hora de intentar ingresar al recinto. Allí, los encargados de checar los boletos, les informaron que dichas entradas estaban ya vendidas y que no podían entrar.

 

“Es una mafia completa, porque además, el día que compré los boletos en taquilla, vi como desde adentro de la misma sacaban los bonches de entradas y se las daban a los revendedores. Incluso uno de ellos le dijo a un cliente que se esperara un poco en lo que iba a recoger un boleto de los que buscaba”, explicó Paula, prima de Marcela, quien tuvo que hacerse de palabras con personal del palenque cuando no permitían entrar a su prima.

 

Con un Palenque casi lleno, las discusiones y el ahínco de Paula y Marcela hicieron que pudieran entrar al recinto, aunque en una zona más elevada y barata de lo que inicialmente habían comprado, una vez que el personal de organización se dieron cuenta de lo que habían cometido y de las amenazas de las afectadas