Checa estos consejos de manejo en el ciclismo de montaña

Redacción

El ciclismo de montaña te pide reaccionar rápidamente ante los obstáculos que se presentan en la ruta. Cuando somos principiantes o llevamos poco tiempo en esta aventura, puede costar algo de trabajo desarrollar nuevas habilidades.

En este artículo encontrarás 5 secretos básicos que te ayudarán mejorar tu destreza sobre la bicicleta de montaña.

1. Enfoca tu vista hacia el frente

Esta es el mejor secreto. Un error bastante común, en ciclistas que apenas comienzan, es fijar la mirada en la rueda delantera. Esto nos impide tener una visión general del camino y anticipar nuestros movimientos.

Por eso una de las mejores recomendaciones es fijar tu mirada entre 5 y 10 metros adelante de tu llanta delantera. Esto te permite anticipar movimientos y por lo tanto un mejor control de tu cuerpo y de la bicicleta.

2. Posiciona bien los pies

Es importante fijarnos bien en la posición de nuestros pies sobre los pedales. Recuerda que el metatarso debe quedar apoyado sobre el eje del pedal, es decir, la bola del pie que sigue a los dedos. No el talón, ni el arco del pie.

De esta manera al pedalear, transmitimos la energía de manera más eficiente al pedal. Además de que es más eficiente el pedaleo, se evitan lesiones.

Durante los descensos también es importante fijarte en la posición de los pedales y por ende de tus pies. En este caso, los pedales deben quedar en posición horizontal. De esta manera tu posición va totalmente equilibrada para poder atacar los obstáculos del camino, además de no correr el riesgo de golpear alguna roca o raíz.

3. Saca los codos

No es raro que durante las primeras rodadas se tenga el reflejo de pegar los codos al cuerpo. Sin embargo, esto restringe el movimiento y no nos permite maniobrar correctamente.

El secreto es concentrarte en sacar los codos. Para empezar es inclusive recomendable exagerar un poco. Te sorprenderá como, casi en automático, lograras corregir la posición de tu espalda y brazos. Notaras un mejor control del manubrio lo que te permitirá atacar, de mejor manera, los obstáculos que se presentan en la bajada.

4. Relaja el cuerpo

Muchas veces en nuestros primeros descensos el miedo a lo desconocido nos pone tensos, es natural. Al ir tensos, no podemos amortiguar las imperfecciones del camino con piernas y brazos, resultando en un trayecto incómodo.

Recuerda que nuestro cuerpo funciona como una suspensión. Si tu bicicleta es de doble suspensión, tienes que preocuparte menos, la bici ya está articulando por ti. Pero si tu bicicleta es solo de suspensión delantera, es cuando más debes “ayudar” con tu cuerpo.

Por eso es importante relajar los brazos, claro está, sin perder el agarre de tu manubrio ni la fuerza. De la misma forma pasa con las piernas. Recuerda que debes llevar ligeramente flexionadas las piernas en el descenso y acompañar a la bicicleta para que tengas un mejor “amortiguamiento” y fluyas con la inercia y movimientos de la bicicleta.

5. Practica, practica y practica

Cuando hacemos ciclismo de montaña cada salida aprendemos algo nuevo, ya sea una mejor posición de pedaleo o un obstáculo a superar. ¡La práctica hace al maestro!

Entre más repeticiones hagas, más rápido desarrollarás memoria muscular. Al principio te costará un poco de trabajo, pero con la práctica verás que eso que se te hacía imposible ahora es más fácil o menos pesado.

Esto aplica tanto en la subida como en la bajada. Lo que hoy se te hace un ascenso muy pesado, si vas a la misma ruta durante un mes constante, al término verás que esa subida ya no te costará trabajo.

Con información de Pedalia