Así fue el primer dispositivo que permitía realizar videollamadas

Redacción

Hoy en día el mundo de la tecnología nos permite realizar incontables actividades que hace tiempo, se creían solo posibles en el mundo de la ciencia ficción.

Sin embargo, hubo un aparato futurista que resucitó y era el Picturephone. Así es, las videollamadas no nacieron en estos tiempos, sino que datan desde hace 50 años.

Picturephone fue el dispositivo pionero en las videollamadas. Aunque el nombre no sonaba muy atractivo, la verdad es que aportaba dos elementos innovadores: podías ver el rostro de una persona a kilómetros de distancia y , de acuerdo a la versión que tuvieras, podías mandarle documentos y hasta faxes.

Esto se lograba gracias a que estaba compuesto de dos elementos. El primero de ellos era un televisor pequeño en blanco y negro el cual, si bien no tenía la mejor resolución del momento, cumplía su función. El segundo, obviamente, era el teléfono.

El producto fue desarrollado por AT&T alrededor de 1964 y fue hasta 1970 cuando comenzó a venderse.

A pesar de lo genial que podría ser para nosotros, la verdad es que dicho invento no tuvo mucho éxito en ese entonces debido a varios factores.

El primero de estos fue el costo excesivo de las llamadas. Una conversación de un poco más de dos minutos podía generar una factura de alrededor de veinticinco dólares. Hecha la conversión a los costos actuales estaríamos hablando de un poco más de ciento cincuenta dólares. ¡Una barbaridad! Imagínense lo que hubiese sido una reunión de negocios de dos horas.

A eso debía sumarse los casi impagables costos de instalación y mantenimiento, que no eran muy solidarios con el bolsillo de la gente (alrededor de unos dos mil cien dólares actuales).

Por último, la gente percibió el Picturephone como invasivo. Estaban acostumbrados a que al hablar tuviesen la libertad de actuar como quisieran, mostrarse frente al otro era percibido como una violación total a la privacidad de la persona. Era realmente un cambio de mentalidad difícil de vencer. No sería sino décadas después cuando, entre tantas otras cosas, el imperio de los likes que existe en nuestra sociedad estimulara el acto de exponerse.

Claro está, que también hubo una labor intensa de mercadeo, pues comenzó a venderse el uso de estos dispositivos no para las élites económicas sino para la población en general. ¿La razón? Poder estar más en contacto con la familia. Sin duda, toda una táctica poderosa que estimuló su aceptación.

Con información de Tecnovedosos