Yihadistas del Estado Islámico destruyen milenario templo de Palmira

Redacción

Damasco, Siria.- El Estado Islámico (EI) dinamitó parte del histórico templo de Bel en la ciudad siria de Palmira, en el centro del país, el segundo santuario que los yihadistas destruyen este mes, informó hoy el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Combatientes del EI dinamitaron diferentes partes del mayor santuario de Palmira, dedicado a la deidad suprema babilonia y cuyo techo, ya desaparecido, estaba originalmente recubierto de oro, según el OSDH, citado por la cadena Al Yazira.

Los yihadistas detonaron más de 30 toneladas de explosivos en el templo, el más grande y una de las estructuras más importantes de Palmira, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Mamun Abdulkarim, director general de Antigüedades y Museos en Siria, dijo este lunes que “sin duda” hubo una gran explosión cerca del templo, de dos mil años de antigüedad, que está cerca de una amplia zona de ruinas romanas.

“Según las informaciones que hemos recibido, los yihadistas del EI provocaron una explosión el domingo en el patio del templo, pero la parte cerrada y la columnata frontal están intactas”, indicó.

El templo de Bel, conocido como la “perla del desierto”, es sin duda el más impresionante de Palmira.

Se trata del segundo templo de Palmira que los yihadistas destruyen este mes de agosto, tras hacerse en mayo pasado del control total de la ciudad, un oasis y antiguo centro comercial en medio del desierto sirio.

El EI destruyó el pasado 23 de agosto el histórico templo de Baalshamin, de casi dos mil años de antigüedad, después de haber colocado gran cantidad de explosivos en el monumento, situado a decenas de metros del teatro romano.

El grupo extremista, que proclamó un califato en los territorios que tiene bajo su control en Siria e Irak en junio de 2014, ha demolido con frecuencia monumentos que considera sacrílegos y ha realizado ejecuciones masivas.

Antes de los dos templos destruidos, los yihadistas habían demolido la estatua de un león de unos dos mil años de antigüedad y una tumba sagrada, así como valiosas estatuas que supuestos traficantes habían sacado de la ciudad histórica.

Hace dos semanas, el EI decapitó en una plaza pública a un destacado arqueólogo en Palmira, quien se había negado a abandonar la ciudad pese al avance del EI.

La ciudad de Palmira, que cayó en manos del EI en mayo pasado, es considerada una reliquia única del siglo I A.C y una pieza maestra de la arquitectura y del urbanismo romano, por las columnas de su famosa calle principal y por sus templos.

Esa ciudad es uno de los seis sitios sirios inscritos en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, junto a los cascos viejos de Alepo, Damasco y Bosra; el Crac de los Caballeros y las aldeas antiguas del norte del país.