#VivasNosQueremos

Francisco Espinosa

Aguascalientes, Ags.- Cerveza en mano, un hombre de ancho bigote las ve con cierto desprecio antes de soltar una pequeña risa dirigida a la mujer que lo acompaña y que lo abraza por su ancha cintura. “Pinches locas”, dice y le da un trago a su cerveza.

Más adelante, una edecán de una marca de cerveza se olvida por un momento del muchacho que le pide tomarse una foto con él y las aplaude. Cerca de la Monumental Plaza de Toros, dos jóvenes recién bañadas y su cara maquillada con extremo detalle las miran extrañadas y hacen gesto de molestia.

A las 16 horas el centro del país, un colectivo nacional se puso en marcha a lo largo y ancho de México en pos de erradicar de una vez por todas la violencia contra las mujeres en todos sus aspectos y matices. En Aguascalientes, el colectivo #VivasNosQueremos aglomeró a cerca de 400 personas en su gran mayoría mujeres,  quienes marcharon con sus tonos violetas por el perímetro ferial en pleno domingo familiar a la hora de la comida. Lo hicieron lanzando consignas bajo el sol aplastante de abril y entre el sinfín ruido de las tamboras.

Lo hicieron despacio rompiendo la rutina de verbena ferial quien por un momento giró su cabeza para ponerles atención desde sus restaurantes, bares y en el mismo camino.

Entonces, conscientes de que habían roto la monotonía familiar de una ciudad de tradiciones casi inquebrantables, lanzaron consignas de muerte hacia el machismo y el acoso en forma de piropo. Pidieron ser libre, sentirse libres, vivir libres. Alzaron sus pancartas en contra de autoridades educativas y políticas por los casos de feminicidos sin resolver en el estado. Andaron bajo un sutil acompañamiento de un par de uniformados quienes acompañaron su andar.

A la misma hora, en la Ciudad de México y otras entidades federativas, marcharon más y más mujeres junto algunos hombres quienes aspiran a que la igualdad entre los géneros se establezca en todos sus parámetros y en todos sus matices. Sin designar una vocera oficial, impulsar un posicionamiento impulsado “desde la rabia e indignación por toda las violencias machistas y feminicidas a las que sobrevivimos todas, todos los días”, redactaba la hoja distribuida.

Ahí, en ese reclamo, informaron estar hartas de las siete mujeres asesinados diario con total impunidad. Marcharon también en contra de la desigualdad laboral, la pobreza de las mujeres indígenas, la penalización del aborto y los prejuicios a quien lo practica, la publicidad sexista, la trata con fines de explotación sexual, entre otras. Pero también tuvieron memoria para el ámbito local apuntando a las autoridades quienes no han ejercido justicia sobre los responsables de los feminicidos de André Noemí Chávez y Katy Pérez; así como para exigir la aparición de Guadalupe Acosta Lamas, Rosita Pasillas Delgado y Paola Álvarez Gómez.

En un vaivén de creativas pancartas, arengas de igualdad, así como las miradas inertes y burlonas de los visitantes de la Feria Nacional de San Marcos, el colectivo #VivasNosQueremos caminó por donde nadie se lo esperaba con un solo mensaje al unísono para erradicar un mal normalizado por una sociedad que aún en estos tiempos se divide entre quienes les dan la razón y quienes creen que son simples alborotadoras. Entre tanto, su voz alzada incomodó y esperanzó al mismo tiempo, sin que alguien las ignorara.