Usará México migración para defender TLC

Sin Embargo

CDMX.- México pretende defender el libre comercio con Estados Unidos mediante el uso de la seguridad fronteriza y la política migratoria como moneda de cambio cuando se siente a negociar con Donald Trump.

De acuerdo con legisladores del País, México pretende apaciguar las amenazas del magnate de entorpecer el comercio y la inversión por medio de utilizar los temas con los que puede ganar influencia.

Así, México escucharía las preocupaciones de Estados Unidos sobre inmigración ilegal y pérdida de empleos, pero adoptaría una postura firme para proteger sus propios intereses económicos, esto es, la defensa del TLC.

“México quiere que la seguridad la inmigración y la gestión de la frontera entre Estados Unidos y México estén sobre la mesa junto al comercio cuando se siente a hablar con el Gobierno de Trump”, explicó una persona familiarizada con los planes que habló bajo condición de anonimato.

Eso podría traducirse en que México ofrecería reforzar su frontera norte para contrarrestar el contrabando de drogas y el paso de migrantes, y ofrecer a Estados Unidos un papel más importante en asegurar la frontera sur de México con Guatemala, por donde miles de indocumentados del resto de América Latina pasan cada año rumbo a Estados Unidos, según un alto funcionario mexicano.

La principal preocupación económica de México es el Tratado de libre Comercio de América del Norte (TLC) que firmó con Estados Unidos y Canadá, y que sustenta la mayor parte de la inversión extranjera directa al País.

Trump amenazó durante su campaña con desechar el TLC si no puede renegociarlo a favor de Estados Unidos.

El País ha dicho que podría considerar la posibilidad de agregar nuevos capítulos al tratado, los cuales incorporarían, por ejemplo, normas para atender la preocupación de los sindicatos estadounidenses sobre la mano de obra barata mexicana.

Sin embargo, dado que México es el mercado de exportación número uno y número dos para casi la mitad de los 50 estados de Estados Unidos, hay una confianza generalizada de que la esencia del acuerdo se mantendrá.

“Al final queda claro que la cantidad de inversión estadounidense en México basada en el TLC prevalecerá”, opinó Andrés Rozental, ex Vicesecretario de Relaciones Exteriores e involucrado en las discusiones bilaterales en curso entre altos ejecutivos sobre comercio.

De cualquier forma, si Trump decide poner en peligro un comercio anual bilateral de 500 mil millones de dólares, los legisladores mexicanos apuntan a hacer uso de cuestiones como el compromiso de México a combatir el creciente problema de la heroína, la cual causó casi 13 mil muertes en Estados Unidos en 2015, y sus esfuerzos por abordar la cuestión de la inmigración ilegal.

Las deportaciones de México de inmigrantes aumentaron con Enrique Peña Nieto, al sumar 181 mil 163 en 2015, más del doble del número de expulsiones en 2012, el último año de su predecesor, Felipe Calderón.

“Entre los expulsados figuraron africanos, asiáticos, árabes, centroamericanos, sudamericanos, así como el riesgo latente de terroristas”, contó Enrique Jackson, subpresidente del PRI en la Cámara de Diputados.

“Estas personas están intentando ingresar en Estados Unidos, así que es un asunto compartido, en algún momento hay que ponerlo sobre la mesa y abrir los ojos”, añadió.

Para ayudar en esto, de hecho, Peña Nieto estaría buscando un papel especial para uno de sus asesores más confiables, el ex Secretario de Hacienda y Crédito Público Luis Videgaray, según tres personas familiarizadas con el tema.

Videgaray fue justamente quien planeó la visita de Trump a Peña Nieto en la capital en agosto, la cual fue un desastre de relaciones públicas para el Mandatario mexicano y causó fricciones en el gabinete.

Videgaray se retiró del cargo una semana después.

Pero el ex funcionario es respetado entre los principales defensores estadounidenses de la relación comercial bilateral, e incluso algunos críticos locales sostienen en privado que podría ser un importante constructor de puentes.

Por esta razón, pronto podría ser nombrado Secretario de Relaciones Exteriores, según las mismas tres fuentes.

Un portavoz de presidencia, no obstante, calificó esa aseveración de ser un rumor.