Triunfa Gerardo Adame y se queda con la “oreja de oro” en San Marcos 2022

Con información de EFE

Aguascalientes, Ags.- La segunda corrida de la Feria de San Marcos finalizó este jueves con dos orejas para Gerardo Adame, una para José María Hermosillo y saludo al tercio para Ernesto Javier “El Calita”.

Los toros de Corlomé resultaron de desigual juego y presentación destacando segundo y quinto por casta. Se registró más de cuarto de entrada en los tendidos.

La corrida denominada “La Oreja de Oro” y segunda del serial taurino sanmarqueño cerró con el triunfo de Gerardo Adame quien tocó pelo por doble partido llevándose el premio además de abrir la puerta grande de la Monumental. Pero sobre todo la corrida dejó tres interesantes faenas, una por cada matador, de muy diversa índole.

La que propició el éxito, y también la visita a la enfermería, del joven Adame, no tuvo su mérito en la lidia ofrecida sino en cómo se desarrolló.

El espada enfrentó un toro que si bien fue protestado por su falta de trapío, resultó ser muy encastado. El burel acudió a todos los reclamos con ambición y desde la distancia.

Así fue al encuentro con el caballo, de lo que se percató Adame, y esto motivó que lo citara al inicio de la faena de muleta con estatuarios traseros.

El toro tropezó con el pie del torero y después se revolvió con furia para propinarle varios derrotes en testa y cuerpo. La misma casta que lo llevaba al vuelo enceló al animal que con mucha dificultad fue sacado del cuerpo inerte de Adame por sus compañeros de lidia.

Con prisas y en volandas fue llevado a la enfermería temiéndose lo peor por parte de los presentes.

Volvió Gerardo, conmocionado y con dificultes para sostenerse, al ruedo. La faena careció de temple y quietud, poniendo la muleta para aprovechar el viaje del astado como único recurso, sin embargo tuvo el mérito de lucir la casta de su rival y sobrevivirle. Mató con estocada caída pero mortal y los tendidos empujaron hasta lograr los dos apéndices para el matador.

La otra oreja fue para José María Hermosilllo, por una faena muy importante hecha sobre la mano izquierda, con un toro muy parado, al que exprimió tandas ligadas, siempre al natural, de mucho mando y decisión, con valor y pureza en medio de un vendaval. Pinchó al primer intento pero al segundo dejó una estocada de buena ejecución y logró el apéndice.

Ernesto Javier “El Calita” a pesar de no obtener premio alguno realizó a su descastado primero una faena canónica en cuanto a cómo meter un manso en la muleta.

Ya con la mano derecha las tandas fueron de mucho temple y sitio, logrando que un toro sin casta alguna, siempre salía de la muleta suelto y rehuía engaños, embistiera con fijeza.

Pero lo más vibrante y hondo llegó al natural. El toro por el pitón siniestro en vez de salir suelto buscaba el cuerpo de El Calita. El mexicano tragó mucho con la muleta puesta y cruzado logró llevar a la res rendida por el rebufo de la tela.

Fueron dos tandas para el recuerdo y una faena para enmarcar que sea por la poca emoción del toro o la inclinación efectista del gusto de los presentes, no obtuvo el premio merecido a pesar de matar Calita al primer intento.

El toro absurdamente fue despedido por algún aplauso y el torero injustamente por mucho silencio.

La corrida dejó buen sabor de boca al público presente.

*Fotos de Ricardo Flores