Tomar café ayuda a prevenir enfermedades del corazón

Redacción

Estados Unidos.- El hecho de que el café sea bueno o malo para la salud ha causado siempre una gran controversia. Tras haber descubierto, hace no mucho, que es bueno para la vista o incluso para el hígado, ahora una nueva investigación lo relaciona con la salud del corazón. Tanto es así, que el café y la consecuente reducción de calcio en las arterias coronarias (un indicador de la existencia de aterosclerosis) gracias a él,minimiza las posibilidades de sufrir un infarto de miocardio. Los resultados han sido publicados en la revista British Medical Journal.

Concretamente, el estudio halló que tomar cada día tres o cuatro tazas de esta conocida y estimulante bebida influye en el buen estado de los vasos sanguíneos. Para llegar a esta conclusión, el equipo de investigadores del Hospital Samsung Kangbuk de Seúl (Corea del Sur),examinaron a 25.138 participantes, tanto hombres como mujeres y con una edad media de 41 años y sin problemas cardiacos.

Tras realizar varias pruebas, como la tomografía computarizada (TAC), que permite ver los niveles de calcio en las arterias coronarias y dividiendo a los participantes según su consumo de café (ninguna taza, una, menos de tres, cinco o más de cinco), descubrieron que el grupo con menos prevalencia de placas ateroscleróticas era el que tomaba tres o cuatro tazas de café al día, lo que representaba una reducción del 41%. Así, los porcentajes de reducción del riesgo de infarto quedaron de la siguiente manera:

-Tomar una taza de café al día reducía el riesgo en un 23%.
-Tomar entre una y dos tazas de café al día reducía el riesgo en un 34%.
-Tomar entre tres y cuatro tazas de café al día reducía el riesgo en un 41%.
-Tomar más de cinco tazas de café al día reducía el riesgo un 19%.

Los resultados demuestran que “aunque este estimulante se ha relacionado con el aumento de colesterol y de la presión arterial, también se ha visto asociación a la larga con una mejor sensibilidad a la insulina y menos posibilidades de desarrollar diabetes tipo 2, un factor de riesgo para la aterosclerosis”, explican los autores, argumentando además que “en cantidades moderadas, no sólo no incrementa el riesgo cardiovascular, sino que lo disminuye”.