Gilberto Valadez
Aguascalientes, Ags.- La unidad de transporte público que al mediodía cubre la Ruta 50 se zangolotea de forma notoria cuando está circulando sobre la zona oriente de la avenida Siglo XXI. En el interior, la totalidad de asientos de polipropileno se encuentran ocupados y más de una decena de pasajeros viajan de pie.
El ajetreo encuentra una ligera pausa cuando el vehículo se detiene para subir pasaje a un costado del Hospital Tercer Milenio, un puñado de menos de cuatro usuarios. Tras pagar los diez pesos de la tarifa, el chofer pone en marcha el camión que vuelve a su rutina. Los pasajeros sentados tratan de no soltar sus teléfonos celulares que vienen revisando, mientras los que siguen de pie se agarran de cualquier implemento para no caerse.
No es para menos: los baches, hoyancos y fracturas que se registran en el pavimento son más que notorios. Particularmente en la zona oriente de la arteria, aunque también puede verse un marcado deterioro por el sur de la ciudad.
El denominado tercer anillo fue construido hace casi 30 años, pero al menos durante las últimas dos décadas ha sido objeto de numerosas promesas de campaña de los gobiernos, ya sean del PRI y del PAN. La mayoría han quedado en el discurso.
Herencia de Salinas
A diferencia de otras metrópolis del país, la capital de Aguascalientes estableció un modelo de circuitos periféricos en la ciudad que facilitó la movilidad para el tránsito vehicular, de acuerdo al crecimiento de la mancha urbana. Los llamados anillos de circulación y que se irían concretando durante la segunda mitad de la pasada centuria.
El primero llevó por nombre oficial Avenida Convención 1914, un segundo tramo se amplió sobre los antiguos límites de la ciudad donde figuraba el primer aeropuerto y pasó a llamarse Avenida Aguascalientes. Pero en la década de los noventas se planteó un tercer anillo, debido al imparable crecimiento de la ciudad.
La iniciativa comenzó en el gobierno de Miguel Ángel Barberena y se definió en la gestión de Otto Granados Roldán, ambos priistas. Aunque no fue un anillo completo como las vías anteriores, a la avenida se le puso el nombre de Carlos Salinas, el presidente de la República en funciones y de quien Granados fuera vocero.
Lo cierto es que a la avenida se le pasó a conocer luego como Siglo XXI. Pero más allá de la nombradía, el llamado tercer anillo no tardó en volverse un dolor de cabeza para autoridades municipales y en particular con automovilistas, debido a los constantes baches que comenzaron a proliferar. Dando como resultado permanentes promesas de los gobiernos del PRI y PAN, que desde los noventa se turnaron el poder en el gobierno y la alcaldía capital.
Un informe del gobierno del estado, dado a conocer el 28 de septiembre de 2018, calculaba para entonces un flujo de 34 mil unidades vehiculares que circulaban por la vialidad.
El manoseo
Las primeras ofertas en torno a las mejoras para el circuito se remontan a la agonía del propio siglo XX.
En marzo de 1999, el gobernador panista Felipe González González presentó el Plan Estatal de Desarrollo para su administración. Dentro del eje denominado Ordenamiento del Desarrollo Urbano y Rural incluyó un apartado de ofertas en obras públicas y servicios con una breve oferta: “Mantenimiento de los tres anillos”.
Pero las quejas en particular hacia la avenida Siglo XXI trascendieron el sexenio de González y se mantuvieron en la siguiente gestión, que encabezó el también panista Luis Armando Reynoso Femat, quien también sólo tuvo proyectos de palabra.
Reynoso Femat llegó al colmo de anunciar un proyecto, pero ya en los meses finales de su gobierno. El 5 de octubre de 2010, en un programa televisivo semanal que tenía el entonces ejecutivo, anunció la gestión de recursos millonarios para “la conclusión del tercer anillo. Serán proyectos que tienen su importancia, y que ya no pueden esperar”.
El PRI recuperó la gubernatura en el año del Bicentenario de la Independencia en la persona de Carlos Lozano de la Torre, quien de igual forma dio pasos en falso. El 22 de noviembre de 2010, a unos días de tomar protesta como gobernador, Lozano de la Torre comprometió su futura gestión para llevar a cabo la construcción de 13 kilómetros de pavimento que cerrarían la tercera vía periférica.
Para finales de 2016, Acción Nacional recuperó la gubernatura con el triunfo de Martín Orozco Sandoval que tomó protesta el 1 de diciembre de ese año. Dentro de sus primeras ofertas fue “rehabilitar los tramos de pavimento dañado del Tercer Anillo, en sus sectores norte, sur y oriente”.
No obstante, las promesas no han salido sólo del gobernador en turno, también de legisladores federales. El 10 de septiembre de 2015, el diputado del PAN, Jorge López Martín, giró un boletín a medios de comunicación en donde aseguraba el inicio de gestiones ante la Secretaría de Comunicaciones y Transportes para la conclusión del tercer anillo.
Más promesas
Los proyectos e inversiones concretas para la mejora del circuito también han sucedido en la alcaldía capitalina, aunque con resultados que parecen efímeros debido a las condiciones de la vialidad.
El 21 de septiembre de 2012, la alcaldesa priista Lorena Martínez anunció 350 millones de pesos para pavimentación y rehabilitación de avenidas de la ciudad. Algunos de los recursos habrían sido destinados al tercer anillo, aunque la funcionaria no especificó en cuanto los apoyos.
En diciembre de 2014, el alcalde panista Antonio Martín del Campo dio a conocer la inversión de 45 millones de pesos en la repavimentación en la Siglo XXI, entre las arterias de Miguel Ángel Barberena Vega y avenida El Mocho. Martín del Campo dijo que se dotaría concreto hidráulico para el pavimento del área.
Para julio de 2018 la presidenta municipal, la panista Teresa Jiménez Esquivel, anunció ahora inversiones por 50 millones de pesos para la rehabilitación de la avenida Siglo XXI. En realidad, el proyecto sólo albergó un tramo de la zona sur, situado entre Villas de San Antonio y Pilar Blanco.
En octubre de ese mismo año, Marco Antonio Licón, secretario de Obras Públicas municipales, adelantó que existía el compromiso de terminar la remodelación entre las avenidas de los Maestros y Mahatma Gandhi.
Sólo que las inversiones económicas proyectadas por las autoridades se han estirado con los años.
El 15 de febrero de 2014, Carlos Llamas Pérez, a la sazón titular de Obras Públicas en la alcaldía del panista Martín del Campo, calculó que serían necesarios recursos por más de 300 millones de pesos, solamente para componer el deterioro de la avenida Siglo XXI.
A cambio, el 18 de diciembre de 2019, la Secretaría de Obras Públicas del Ayuntamiento ya calculaba hasta 650 millones de pesos para una “rehabilitación total” del tercer anillo
Zona de guerra
En un recorrido efectuado por elclarinete.com.mx en varios puntos de la arteria, se pueden encontrar baches y cuarteaduras en el pavimento, de manera particular en espacios de la zona oriente y sur de la ciudad.
Sobre algunos tramos ubicados en el fraccionamiento Morelos se puede apreciar que los baches han sido atendidos en diversas ocasiones, debido a la colocación de asfalto, pero ello también ha ocasionado irregularidad en la estructura de la propia avenida.
Mientras que a la altura del fraccionamiento Pilar Blanco, al sur de la ciudad, también persisten las alteraciones en cuanto al pavimento, siendo una vía muy usada por trabajadores que circulan hacia las fábricas de Ciudad Industrial o que están situadas por la salida a Ciudad de México.
Aunque en realidad, varios de los tramos más dañados en el pavimento se sitúan en el poniente, cuando el circuito cruza por las colonias Ejido Cumbres y Rodolfo Landeros, donde se acentúa más el paso de transporte pesado como trailers.
Mientras, termina el recorrido se acerca otro camión de la Ruta 50, en espera de cumplir otro trayecto de zangoloteo.
