Sorprende bólido en el cielo del Valle de México; cimbró cristales y activó alarmas

Redacción

Un destello brillante cruzó el cielo de la capital durante la madrugada de este miércoles, seguido por un estruendo que despertó a miles de personas. El fenómeno, visible desde varias alcaldías y registrado también en Hidalgo y Morelos, provocó vibraciones en ventanas, activación de alarmas y desconcierto en redes sociales.

¿Fue un sismo, una explosión… o algo más? La respuesta llegó desde el Instituto de Geofísica de la UNAM: “Se trató de un bólido”, confirmó la doctora Guadalupe Cordero-Tercero, responsable del proyecto Red Mexicana de Meteoros.

A través de imágenes captadas por cámaras ubicadas en Taxco, Pachuca, Pinal de Amoles y el Popocatépetl, investigadores trazaron la ruta aproximada del objeto celeste, que se desplazó de sur a norte entre Pachuca y la Ciudad de México. “El objeto se fragmentó en la atmósfera. Lo que vimos fue el destello del rompimiento”, explicó Cordero-Tercero en entrevista con UNAM Global.

La experta detalló que el bólido —probablemente de origen asteroidal o cometario— alcanzó temperaturas de hasta 6 mil grados Celsius antes de estallar por presión atmosférica. La onda de choque provocada por esa explosión fue la responsable de las vibraciones percibidas en tierra.

Monitores independientes calculan que el estallido ocurrió entre 20 y 40 kilómetros de altitud, al registrar la vibración alrededor de dos minutos después del destello.

Aunque el fenómeno parezca inusual, Cordero-Tercero señaló que estos sucesos ocurren con más frecuencia de lo que se cree: “Se estima que cada dos días y medio entra en la atmósfera terrestre un objeto de al menos un metro de diámetro”. La mayoría cae en el océano o en zonas deshabitadas.

Desde 2010, la Red Mexicana de Meteoros ha impulsado el desarrollo de tecnologías que permiten observar estos eventos, incluso de día. “Todo lo que hemos construido ha sido gracias al entusiasmo y al talento de los estudiantes”, destacó la investigadora, quien considera que el proyecto es también un modelo educativo y de ciencia ciudadana.

Una nueva plataforma permitirá que cualquier persona pueda reportar avistamientos como el de este miércoles, fortaleciendo el vínculo entre el conocimiento científico y la participación social.