Sigue estos consejos para combatir los antojos

Redacción

Un estudio realizado por la Universidad Estatal de Washington mostró que el ejercicio físico intenso contribuye a modular la fuerza con la que los animales estudiados, que estaban a dieta, ansiaban los antojos.

En el experimento, liderado por el profesor Travis Brown, se sometió a 28 ratas a un entrenamiento con una palanca, que cuando se presionaba, se encendía una luz y emitía un tono antes de brindar una bolita con alto contenido de grasa.

Después los investigadores dividieron a las ratas en dos grupos. El primero siguió un programa de carrera en cinta rodante de alta intensidad y el segundo no realizó ningún ejercicio adicional de fuerza.

“Los resultados sugieren que el ejercicio de alta intensidad puede prevenir el establecimiento de la incubación del deseo por alimentos ricos en grasas y puede reducir los comportamientos de búsqueda de alimentos desadaptativos inducidos por señales que contribuyen a comer en exceso y a la obesidad”, detalla la investigación.

Según explican los expertos, la actividad física, además de ser una herramienta para el bienestar integral del organismo, también puede tener efectos positivos relacionados con el control de los antojos. “El ejercicio no solo podría ser beneficioso físicamente para perder peso, sino también mentalmente para controlar los antojos de alimentos poco saludables”, añade Brown.

¿Cuáles son los beneficios del ejercicio físico?

Según los datos de la Organización Mundial de la Salud, hasta cinco millones de fallecimientos se podrían evitar si las personas fueran más activas. “Las nuevas directrices recomiendan por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana para todos los adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes”.

La actividad física no solo debe ser vista como una forma para bajar de peso, adelgazar y mejorar la apariencia, sino para mejorar la salud y disminuir el riesgo de varias enfermedades. En el mundo, las personas no son conscientes de lo que representa el ejercicio, pues “1.400 millones de adultos, es decir, más de una cuarta parte de la población del mundo ni siquiera alcanza un nivel suficiente de actividad física”.

La información de esta entidad señala que una de cada tres mujeres y uno de cada cuatro hombres no se ejercita la cantidad mínima necesaria para mantener un buen estado de salud. Las personas no son conscientes de los múltiples beneficios que tiene la actividad física para el cuerpo humano. La Organización Mundial de la Salud los menciona:

  • La actividad física tiene importantes beneficios para la salud del corazón, el cuerpo y la mente.
  • Contribuye a la prevención y gestión de enfermedades no transmisibles, como las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y la diabetes.
  • Reduce los síntomas de la depresión y la ansiedad.
  • Mejora las habilidades de razonamiento, aprendizaje y juicio.
  • Asegura el crecimiento y el desarrollo saludable de los jóvenes.
  • Potencia el bienestar general.

Empezar por lo básico

Para aquellas personas que son principiantes en el ejercicio es importante iniciar por lo básico. “Lo más eficiente es que empecemos aprendiendo y realizando ejercicios básicos como el press de banca, sentadilla, peso muerto, remos, etc”, destaca el sitio web Vitónica.

Hacer énfasis en la intensidad de los ejercicios

Los expertos recomiendan iniciar el entrenamiento físico con poca intensidad y luego aumentarlo progresivamente. A pesar de ser principiantes es importante hacer énfasis en la intensidad de los ejercicios. “En lugar de hacer mil series con poco esfuerzo, empecemos realizando dos o tres series intensas de cada ejercicio con el fin de, monitorizarnos e ir ganando fuerza”, explica Vitónica.

No ir al gimnasio todos los días

Cuando el cuerpo no está acostumbrado a realizar actividad física, puede fatigarse y cansarse fácilmente. Por ello, es fundamental dedicar algunos días para descansar y retomar energías. Al principio, se recomienda ir entre dos a cuatro días a la semana e incrementar la constancia, según el cuerpo se vaya adaptando.