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CDMX.- En 1996, California rompió barreras en Estados Unidos al permitir que un doctor recetara marihuana para fines terapéuticos. Veinte años después, 25 estados más -la mitad del país vecino- avalan el uso medicinal del cannabis.
Ahora, el estado de nuevo forma parte de una ola de legalización que este 8 de noviembre estará en la mayor cantidad de boletas en la historia. Cinco entidades decidirán si avalan su uso recreativo y cuatro más si permiten el uso medicinal.
“Es una tendencia que empezó en 1996 y ha continuado casi sin freno.
“A los estadounidenses nos gusta respaldar a los ganadores. Y la legalización en 2016 es vista como un tema ganador”, indicó Paul Armentano, vicedirector de la Organización Nacional para la Reforma de las Leyes de Marihuana (NORML, por sus siglas en inglés), grupo dedicado a impulsar modificaciones a las leyes sobre cannabis federales y estatales.
Actualmente, 60 por ciento de la población estadounidense respalda la legalización, según Gallup. Es la cifra más alta desde que hay encuestas al respecto; hace una década, ese era el número de personas que estaban en contra.
En California, Arizona, Maine, Massachusetts y Nevada, entre 46.8 y 56 por ciento de votantes han declarado la intención de votar a favor de la marihuana legal para uso recreativo.
Por su parte, Arkansas, Florida, Montana y Dakota del Norte decidirán si avalar el cannabis para fines medicinales.
Estos avances -que siguen a los de Colorado, Washington, Oregon, Alaska y la capital estadounidense- muestran cómo comienzan a esfumarse por completo las restricciones al uso de la planta.
“La regulación de marihuana para consumo adulto, que por mucho tiempo no se creía posible, ya pasó de la teoría a la práctica. Y no sucedió en partes del mundo que los estadounidenses quizás no pueden encontrar en un mapa, sino en estados donde viven ellos, o sus familias, o donde van de vacaciones.
“Ya ha quedado claro que se puede hacer, de manera efectiva, y que el cielo no se está cayendo”, apuntó Armentano, de NORML.
El impulso también responde a que la legalización ha traído importantes beneficios.
Tan sólo Colorado, que tiene uso recreativo legal desde 2012, recaudó 121 millones de dólares en impuestos a la venta de marihuana el año pasado.
Si California vota, como está previsto, “sí” al cannabis lúdico la próxima semana, podría conseguir hasta 1 mil 200 millones de dólares en gravámenes, de acuerdo con un estudio de ArcView, grupo de análisis de mercados.
“La legalización es una de las mayores oportunidades de negocios de nuestros tiempos”, afirma Troy Dayton, director del ArcView Group, en el reporte.
Eso implica que será difícil detener la ola de legalización.
Activistas incluso creen que eso forzará al Gobierno federal a cambiar sus políticas.
“A nivel federal se tendrán que atender estos cambios a nivel estatal y de opinión pública, no hay otra manera. La pregunta es cuándo”, señaló Armentano.
Si gana Hillary Clinton, explicó, es más probable que haya cambios, como permitir que los dispensarios tramiten cuentas bancarias. De ganar Donald Trump, empero, probablemente habrá intentos de frenar los nuevos marcos regulatorios estatales.
Por otra parte, las implicaciones para México podrían ser enormes.
California tiene el mayor mercado interno estadounidense de marihuana y Arizona es uno de los principales corredores para el narcotráfico.
Desde 2012, cuando se permitió el cannabis lúdico en Colorado y Washington, la marihuana confiscada en la frontera disminuyó 39 por ciento, según la Patrulla Fronteriza.