Se desangra la principal porra de Cruz Azul

La Razón.

México, D.F.- La principal barra del Cruz Azul debe lidiar no sólo con los problemas que tiene con la Policía Capitalina y el club cementero, sino también con conflictos internos.

Si este grupo de animación ha chocado con los uniformados en algunos partidos del Clausura 2015, mucho se debe a que no todos están en sintonía con el líder Rafael Rubio, “La Pulga”.

Diversas fuentes le han asegurado a CANCHA que esta barra se ha fracturado, pues algunos líderes de barrios, que es como se divide esta porra, ya no apoyan al mandamás.

“La Pulga” es el vínculo de este grupo de animación tanto con las autoridades de La Máquina como del Estadio Azul.

Incluso, el dirigente reconoció ante personal del coso, que tiene problemas para controlar a la barra.

En entrevista, Rubio negó que exista una ruptura, pero aceptó que antiguos integrantes alientan al equipo desde otras partes del Azul.

“Los muchachos ahí van a estar, siempre, van a estar ahí en el estadio; a lo mejor no están con la barra, por cuidar su integridad física y que la Policía no arremeta en contra de ellos”, explicó “La Pulga” vía telefónica a CANCHA.

“A lo mejor prefieren sentarse en otro sector, pero siguen alentando. Pero todo está bien, todo en orden”.

Sólo que los ejemplos de las disputas al interior de la barra son varios.

En el primer partido del Cruz Azul como local, Fecha 2 ante Santos, dos grupos de la barra se enfrentaron en la esquina de Indiana y San Antonio, a una calle del estadio.

Horas antes del Clásico Joven -Jornada 12- el dirigente, quien emitió un discurso, no recibió la atención de todos los barristas reunidos afuera del Azul, de donde partieron en caravana hacia el Estadio Azteca.

Las divisiones que han surgido al interior de la Sangre Azul no han pasado desapercibidas.

“Así como le menciono que hay chicos y chicas también, porque ha habido mujeres que me han insultado, hay chicos que me han dicho que ya no quieren estar en esa barra”, le contó Aída Solís, líder de la porra familiar Boinas Rojas, a CANCHA.

“Que si se pueden venir a mi porra, obviamente primero tengo que ver qué clase de gente son”.

Por lo pronto, el grupo ha perdido peso en el Azul, pues en los últimos dos cotejos como local de La Máquina, apenas ha metido cerca de 200 seguidores, cuando regularmente mete 600 en cada compromiso.

Golpes por doquier
Sin instrumentos y con un golpe en sus bolsillos, es como la Sangre Azul cerrará el Clausura 2015.

La principal barra del Cruz Azul inició el torneo con el pie izquierdo, cuando dos grupos chocaron a una calle del Estadio Azul, en la Jornada 2, aunque todo detonó tras el conflicto que tuvieron los barristas con la Policía Capitalina, en la Fecha 7.

En el tercer partido como local de La Máquina, ante Chivas, integrantes de este grupo se enfrentaron con uniformados en la cabecera norte, además de que se registró otro incidente en una tienda cerca de la casa celeste.

Personal del club como del inmueble le prohibieron a la barra el ingreso de instrumentos y de trapos.

“Le da un sabor diferente al ambiente, es otra cosa con y sin instrumentos”, aseguró Rafael Rubio, “La Pulga”, líder de la barra.
Pero tras el cotejo de la Jornada 11, ante Tijuana, la directiva decidió aumentar el precio de los boletos de la cabecera, además de que mandó a la barra a la grada superior, una zona más pequeña.

“No es el mismo aliento porque se conjugaron varias cosas, a lo mejor que nos manden arriba, que dupliquen la fuerza pública, el que incrementen o tripliquen el costo del boleto pues obviamente nos pega”, agregó “La Pulga”.

“La directiva te acostumbró a dar un precio, que últimamente venía siendo 50, 60 pesos, y de repente, y en un partido que no es Clásico, te lo dejan en 140, pues sí te toma por sorpresa, y es un poco más difícil para mucha gente desembolsar”.