Se agravará crisis migratoria por sismo en Turquía

DAMASCO.— Más de 5 millones de personas en Siria se habrían quedado sin casa a causa del terremoto que sacudió el lunes el noroeste del país y también Turquía, advirtió ayer Naciones Unidas.

Hasta 5.3 millones de personas en Siria podrían haberse quedado sin dónde vivir a causa del sismo”, dijo en Damasco a la prensa Sivanka Dhanapala, representante en el país del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).

Es un número muy elevado, y afecta a una población que ya estaba sufriendo un desplazamiento masivo”, añadió.

Según él, lo ocurrido ahora es “una crisis dentro de una crisis”, después de los problemas económicos, covid-19 y los rigores del invierno, que se suman a la larga guerra civil iniciada en 2011.

Siria ya tenía antes de esta tragedia 6.8 millones de desplazados internos.

EVALÚAN NECESIDADES

El Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá para discutir la situación humanitaria en Siria tras la evaluación de sus necesidades por el terremoto, informaron embajadores a cargo del expediente.

Martin Griffiths, secretario general de Asuntos Humanitarios de la ONU, visitará las áreas afectadas por el terremoto del lunes, incluidas las áreas rebeldes antigubernamentales que controlan en el noroeste de Siria, añadieron.

Los equipos de rescate seguían ayer buscando sobrevivientes entre los escombros dejados por el masivo terremoto que ha dejado, en Turquía y Siria, que se ha saldado con más de 23 mil 700 muertos, según cifras oficiales.

La ayuda humanitaria empezó a llegar a Turquía pero el acceso a Siria, en guerra y con su régimen sancionado por la comunidad internacional, es mucho más complicado.

AYUDA ALIMENTARIA

Ante la catástrofe, el Programa Mundial de Alimentos (PMA), agencia especializada de la ONU, solicitó 77 millones de dólares para ayudar a unas 874 mil personas afectadas en Turquía y Siria.

Se trata de dar asistencia con raciones de alimentos y platos de comida calientes a cerca de 874 mil personas”, explicó en un comunicado.

Por su parte, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, afirmó que las autoridades debieron reaccionar con más rapidez al terremoto.

Inshallah (si Dios quiere),   la súplica entre los escombros

ANTIOQUÍA, Turquía.— A temperaturas bajo cero, los equipos de rescate trabajan día y noche entre las ruinas para encontrar sobrevivientes. Ayer salvaron a un bebé de 10 días y a su madre, atrapados entre los escombros de un edificio en Turquía, y desenterraron a varias personas de otros lugares.

En el distrito turco de Samandag, los equipos de rescate se agacharon bajo los trozos de cemento y, susurrando Inshallah (si Dios quiere), introdujeron cuidadosamente la mano entre los escombros y sacaron a un bebé de 10 días de nacido.

Yagiz Ulas, con los ojos bien abiertos, fue envuelto en una manta térmica y trasladado a un hospital móvil. Los trabajadores de emergencia también se llevaron a su madre, aturdida y pálida pero consciente en una camilla, según mostraron las imágenes de video.

En Diyarbakir, al este, Sebahat Varli, de 32 años, y su hijo Serhat fueron rescatados y trasladados al hospital. Una madre y sus dos hijas fueron sacadas de entre los escombros de un edificio en la ciudad de Kahramanmaras.

Al otro lado de la frontera, en Siria, también rescataron con vida a varias personas.

Con información de Excelsior