Redacción
Los domicilios de dos jugadores del París Saint-Germain, el argentino Ángel Di María y Marquinhos, fueron robados este domingo.
Di María dejó la cancha poco antes de la hora del juego al enterarse de lo sucedido en su casa. Habló con el técnico Mauricio Pochettino y se dirigió directamente al vestuario, entre lágrimas.
“Tenemos la decepción por haber perdido tres puntos, pero el grupo estaba preocupado por cosas de las que probablemente ya están al corriente”, dijo Pochettino en rueda de prensa.
Medios franceses como L´Equipe aseguraron que mientras el juego se disputaba, los ladrones entraron a la casa del deportista y secuestraron a algunos miembros de su familia que se encontraban en el domicilio.
“Según la primera información revelada, miembros de su familia se encontraban presentes en su domicilio en el momento del robo y fueron secuestrados”, señaló el diario deportivo.
Marquinhos también sufrió el hurto de su casa, en la cual se encontraban presentes sus padres.
Con información de Medio Tiempo