¿Qué pasa en el cuerpo de las mujeres enamoradas?

Redacción

Cd. de México.- Cuando estás enamorada, cambia todo a tu alrededor y dentro de ti. Entras en el mood Love is in the air, como dice la canción y hasta tú misma te sorprendes haciendo cosas que no suceden normalmente, como sonreír todo el día sin razón.

El psicólogo Rodrigo Hagar, compartió algunas cosas que suceden con las personas bajo el efecto del enamoramiento. No todo es comportarse como si te hubieran embrujado, la realidad es que el efecto trae cosas muy positivas.

Cuando te enamoras, la dopamina toma el control de nuestras hormonas. Esta sustancia nos ayuda a mantener el foco y concentrarnos mejor en todo (aunque parezca todo lo contrario). Estar enamoradas nos hace mucho más creativas, y si no lo crees, sólo detente un momento y pon atención a todo lo que se te ocurre hacer con esa persona.
Tu mirada te delata, así que si no quieres ser descubierta, mejor ponte unas gafas. No hay poder humano que pueda disimular el amor cuando se topa con la persona que la hace suspirar; tus pupilas se dilatan y tus ojos se abren más de lo normal.
Caminas con la máxima seguridad, te ríes, hablas bien, el mundo es una gran pasarela por la que vas sin titubear. Te sientes sumamente segura de ti gracias a todas las sensaciones que se empiezan a despertar en ti. Esa validación que nos hace la otra persona nos hace sentir bien.
Según Hagar, el amor nos regula la presión sanguínea. Esas palpitaciones aceleradas, mantienen nuestro corazón sano y fuerte.
Las mariposas en el estómago son inevitables. El contacto físico con la persona que amamos genera actividad en la corteza insular cerebral y por esto se produce esa sensación de hormigueo en el vientre. Familiarízate con ella y disfrútala.
El mejor analgésico lo encontramos en la persona de la que nos enamoramos. Estar con ella simplemente nos alivia cualquier dolor o malestar gracias a la cantidad de flujo sanguíneo cerebral. Esto influye directamente en cómo nos sentimos con respecto a todo lo que nos rodea.
Te vuelves un poco loco, la verdad. Esto es perfectamente normal al inicio, porque se despierta una especie de adicción hacia la otra persona. Se presenta en distintos niveles y puede ser nocivo en ocasiones, pero si lo entiendes como parte del proceso, será más fácil controlarlo.
Está claro que es uno de los mejores estados del ser humano, siempre y cuando no se vaya a los extremos.