Puedes ser “virgen” aunque ya hayas tenido sexo: Vaticano

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El documento “Ecclesiae Sponsae Imago”, publicado el 4 de julio por la Santa Sede, incluye una cláusula que expone que la virginidad física ya no es un “prerrequisito esencial” para la consagración.

Esto aplica para las “vírgenes consagradas”: mujeres que buscan vivir en castidad eterna para servir a Jesucristo y al cielo. En el mundo, hay más de 5, 000 mujeres en 42 países que se han consagrado a esto en una ceremonia donde visten de blanco y se entregan a Cristo con la ayuda de un obispo.

Ahora, el comunicado redactado por la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica aclara algunas prácticas y detalla en la sección 88 que ya no es necesaria la virginidad física para poderse consagrar a Cristo.

“La llamada a dar testimonio del amor virginal y fecundo de la Iglesia a Cristo no se reduce al signo de la integridad física […] Haber guardado el cuerpo en perfecta continencia o haber vivido ejemplarmente la virtud de la castidad, aunque es de gran importancia en orden al discernimiento, no constituye requisito determinante en ausencia del cual sea imposible admitir a la consagración”, explica dicha cláusula.

Aunque esto muestra una mentalidad más abierta e incluyente por parte de la iglesia y podría abrir el diálogo a que las mujeres que deseen servir a Dios ya no sean juzgadas por lo que hacen con sus cuerpos, hubo reacciones negativas.

La Asociación de Vírgenes Consagradas de EE. UU. dio a conocer en un comunicado su desacuerdo con el hecho de que la virginidad física ya no sea necesaria para la consagración.

“Toda la tradición de la Iglesia ha sido mantener firmemente que una mujer debe recibir el regalo de la virginidad, tanto física como espiritual, para poder recibir la consagración de virgen”, clamó el grupo.