Presidente de Nicaragua minimiza el Covid y llama a salir a las calles con “cuidado”

Redacción

Nicaragua.-Pese a sus altos numeros que indican que la enfermedad esta fuera de control, el primer mandatario de Nicaragua minimiza el covid.

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortegaminimizó la pandemia por COVID-19 que se vive en el país, en donde la semana pasada registró su pico más alto desde marzo de 2020.

En un discurso en ocasión del 37 aniversario de las tropas especiales de la Policía Nacional, Ortega rechazó aplicar un confinamiento y llamó a la población a salir a las calles con “cuidado”.

“Encerrándose es como enterrar la cabeza como el avestruz y morir”, argumentó el mandatario, para quien el confinamiento “no fue la solución, más bien provocó más muertes y más problemas intrafamiliares” en los países que lo aplicaron.

Hay que saber salir a la calle, haciéndolo con cuidado; hay que saber ir al trabajo, haciéndolo con cuidado”, aconsejó.

Asimismo, afirmó que Nicaragua ha logrado “enfrentar este virus” y tener “un buen sistema de salud, porque hay paz y estabilidad”, la cual “la garantiza el Estado con sus instituciones como la Policía y el Ejército”.

Nicaragua reporta 200 muertos por COVID-19 y 11 mil 538 casos confirmados desde que la enfermedad se detectó en el país en marzo de 2020.

Los datos oficiales mantienen el contraste con los del independiente Observatorio Ciudadano COVID-19, una red de médicos independientes que da seguimiento a la pandemia, que reporta cuatro mil 201 fallecimientos por neumonía y otros síntomas relacionados con el nuevo coronavirus, así como 23 mil 225 casos sospechosos de contagio, datos que no son reconocidos por las autoridades.

Ortega tilda de “terroristas” a opositores y “demonios de sotana” a obispos

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, tildó este lunes de “terroristas” a los opositores que se encuentran detenidos por supuesta traición a la patria, y “demonios de sotanas” y “satánicos” a los obispos y sacerdotes nicaragüenses críticos con su Gobierno.

El mandatario afirmó, sin presentar pruebas, que sus adversarios “se estaban preparando para repetir la historia (de abril de 2018) y se está haciendo justicia, eso es todo, se está haciendo justicia contra los terroristas”.

En la última semana, las autoridades nicaragüenses han enviado a juicio a 35 dirigentes opositores y profesionales independientes, incluidos siete que anunciaron sus intenciones de aspirar a la Presidencia en los comicios del 7 de noviembre próximo, en los que Ortega buscará una nueva reelección, por el delito de conspiración contra la integridad nacional.

“Terroristas de saco y corbata”

Según el líder sandinista, cuando estallaron las manifestaciones antigubernamentales en abril de 2018 colapsó el sistema de salud y responsabilizó a “los terroristas de saco y corbata que mandaban y le pagaban a los pandilleros para que cometieran tropelías y crímenes”.

Ortega se refiere a la revuelta popular que estalló en abril de 2018 por unas controvertidas reformas a la seguridad social y que luego se convirtieron en una exigencia de su renuncia debido a que respondió con la fuerza.

Las protestas, calificadas por el Ejecutivo como “intento de golpe de Estado”, dejaron al menos 328 muertos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aunque organismos locales elevan la cifra a 684 y el Gobierno reconoce 200.

Los terroristas de saco y corbata, los terroristas de sotana, los demonios de sotana, cuando se buscaba una salida que no fuera violenta, cuando ya habían bañado de sangre, quemado ciudadanos, y en el diálogo se planteaba que se levantaran los tranques (bloqueos en las vías)”, su contraparte se oponía, aseguró.

“Los de saco y corbata, los que recibían la plata del imperio y lavaban esa plata para desarrollar estas actividades terroristas, y los de sotana, sin ningún respeto a Dios, a Cristo, a la virgen”, estaban a favor del bloqueo de vías, agregó.

La contraparte del Gobierno en la mesa del diálogo era la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, integrada por dirigentes de la sociedad civil, académicos, estudiantes, empresarios, campesinos, muchos de los cuales guardan ahora prisión por supuesta traición a la patria.

La Conferencia Episcopal de Nicaragua actuó como mediadora del primer diálogo nacional, que fracasó.

Con información de EFE