¿Por qué me veo guapo frente al espejo y en las fotos no?

Redacción

Ciudad de México.-En la constante búsqueda de la imagen perfecta, es común experimentar la extraña sensación de percibirnos más atractivos frente al espejo que en las fotografías. Este fenómeno, atribuido al “efecto de mera exposición”, revela cómo la familiaridad con nuestra propia imagen reflejada cultivada a través del tiempo puede distorsionar nuestra percepción del atractivo personal.

Según el psicólogo Robert Zajonc, el principio de familiaridad indica que las personas tienden a desarrollar preferencia por lo que ven con más frecuencia. La exposición repetida al reflejo en el espejo crea una familiaridad que conduce a una percepción sesgada de nuestro propio atractivo. Este efecto se manifiesta en la preferencia por la imagen espejo, donde la posibilidad de ajustar la pose y la percepción positiva inconsciente contribuyen a esta preferencia.

Un estudio sobre la influencia de este efecto en la predilección por alimentos demostró que la exposición repetida aumenta el agrado hacia un estímulo específico. Este mismo principio se aplica a las interacciones interpersonales, donde la familiaridad con una persona puede influir positivamente en nuestra percepción de su atractivo.

Además, un experimento reveló que las personas tienden a considerarse más atractivas de lo que realmente son. La preferencia por fotos retocadas sugiere una conexión con la autoestima y destaca la naturaleza automática de este proceso psicológico.

El trastorno dismórfico corporal, conocido coloquialmente como “síndrome del espejo”, intensifica esta experiencia al hacer que las personas se obsesionen con supuestos defectos físicos, a menudo imperceptibles en la realidad. Frente al espejo, es más fácil evitar la visión de estos defectos, mientras que en las fotografías pueden resultar más evidentes.

La perspectiva fotográfica también influye en nuestra percepción. La costumbre de ver una imagen de una manera y luego cambiarla, ya sea mediante un espejo o una foto, puede alterar la percepción de la simetría y otros aspectos físicos. La elección del objetivo de la cámara, especialmente en teléfonos móviles, puede exagerar facciones y contribuir a la variación en la percepción de uno mismo.

En un mundo saturado de redes sociales que a menudo presentan imágenes idealizadas, es esencial recordar que la realidad va más allá de la apariencia superficial. 

Con información de El Diario de Juárez