Redacción
Apple se prepara para una nueva reestructuración interna tras el anuncio de jubilación de Jeff Williams, director de operaciones y mano derecha de Tim Cook. La salida de Williams a finales de año deja a la compañía sin un sucesor inmediato en caso de emergencia y vuelve a poner sobre la mesa la pregunta sobre quién tomará el relevo del CEO, quien ya ha dicho que no planea dirigir Apple durante veinte años. Ya lleva 14 al frente.
Mark Gurman, reportero especializado en Apple, señala que con la salida de Williams “Tim Cook acumula más poder que nunca”, pues cada vez más áreas le reportan directamente sin un intermediario fuerte. Este cambio, advierte, es apenas el inicio de una reestructuración más profunda en Cupertino.
A pesar de los desafíos, incluida la rezagada posición de Apple en inteligencia artificial frente a competidores como Google o Microsoft, la junta directiva mantiene plena confianza en Cook. “Ninguna crisis puede con Tim Cook”, asegura Gurman, quien destaca que bajo su mando Apple ha multiplicado por siete sus ingresos y sus acciones han subido un 1,500% desde la salida de Steve Jobs.
No obstante, la falta de un reemplazo claro preocupa. Jeff Williams era considerado el relevo natural de Cook, por ocupar el mismo puesto que tuvo el actual CEO antes de la muerte de Jobs. Su retiro deja vacante esa figura de transición, clave en una compañía de esta magnitud.
Aunque John Ternus, vicepresidente de hardware, es el favorito a suceder eventualmente a Cook, todavía no se le considera preparado para asumir el cargo de manera inmediata en caso de necesidad. “No hay repuesto para emergencias”, advierte Gurman.
Internamente, algunas voces como Eddy Cue, jefe de servicios, advierten que si Apple no se adapta al cambio tecnológico —particularmente en IA— podría correr el riesgo de convertirse en “la próxima Blackberry o Nokia”.
Por ahora, la compañía ya ha comenzado a reorganizar su estructura en torno al desarrollo de inteligencia artificial, pero analistas apuntan que el verdadero giro podría venir con una adquisición estratégica. Las startups Perplexity y Mistral figuran entre las opciones que Apple consideraría para acelerar su integración en el nuevo paradigma tecnológico.