Redacción
En la misa Pro eligendo Pontifice celebrada esta mañana en la Basílica de San Pedro, el cardenal Giovanni Battista Re instó a los cardenales electores a elegir al nuevo Papa con la “máxima responsabilidad humana y eclesial”, dejando de lado intereses personales y guiándose únicamente por el bien de la Iglesia y de la humanidad.
Durante la ceremonia, concelebrada por 220 cardenales, el decano del Colegio Cardenalicio recordó que la elección de un Pontífice “no es una simple sucesión de personas, sino que es siempre el apóstol Pedro que regresa”. Subrayó que este acto “de excepcional importancia” debe estar sostenido por la oración y la invocación del Espíritu Santo, en medio de un mundo marcado por crisis y desafíos.
“El amor es la única fuerza capaz de cambiar el mundo”, dijo Re, al comentar el Evangelio de Juan proclamado durante la liturgia. Añadió que el nuevo Sucesor de Pedro debe estar marcado por ese amor que no conoce límites, así como por un compromiso real con la comunión eclesial y la fraternidad humana.
Entre las tareas centrales del futuro Papa, el cardenal destacó la necesidad de “acrecentar la comunión” entre los cristianos, los obispos y con el propio Pontífice. Una comunión —dijo— que no debe ser autorreferencial, sino abierta a todos los pueblos y culturas.
“La unidad de la Iglesia es querida por Cristo”, remarcó, aclarando que no implica uniformidad, sino una “profunda comunión en la diversidad”, siempre en fidelidad al Evangelio.
En su homilía, Re expresó el deseo de que los cardenales, que esta tarde iniciarán el Cónclave en la Capilla Sixtina, logren concordar en la elección del Papa que “mejor sepa despertar las conciencias de todos” y guiar a la Iglesia en tiempos de avances tecnológicos pero también de olvido de Dios.
“El nombre del 267º Pontífice sigue guardado en el corazón del Señor”, dijo Re, al invocar que sea elegido aquel “según el corazón de Dios”.