Pésimo cálculo, político electoral

Nicolo Machiavelli Savonarola

Aguascalientes, Ags.- El domingo pasado culminó la etapa de preparación de la elección lo cual dio paso a la etapa de la Jornada Electoral, misma que transcurrió sin incidentes graves que lamentar, pese a las amenazas y amagos por parte de esos grupos cuyo lenguaje es la violencia a través de la manifestación atrabancada; una vez concluida la Jornada se entró de lleno a lo que conocemos como etapa de los resultados electorales.

En esta etapa es en la que todos, partidos, candidatos, electores, autoridades, revoltosos y demás fauna, estamos atentos o al menos damos un vistazo a los medios en los que se comenta el desarrollo del tema electoral para saber quién gana y quién pierde en nuestra entidad y de manera global en el país.

En Aguascalientes, a empran hora de la noche del domingo siete, el Partido Acción Nacional cantó su victoria en los tres distritos electorales federales. Más tarde, como a eso de la una de la mañana el candidato del primer distrito, conocido como “Goyo Zamarripa”, dio la voltereta a los números, agriando el canto de la victoria panista, en al menos ese distrito, con una diferencia de 642 votos y dos actas de escrutinio y cómputo por definir, las que la lógica nos indica deben estar dentro de dos paquetes electorales que habrán de ser abiertos el próximo miércoles en la sesión de cómputo distrital.

Con toda seguridad se abrirán los 445 paquetes electorales de igual número de casillas en el Distrito I, pues al ser mayor el número de votos nulos que son 5,656, a la diferencia entre los candidatos ubicados en el primer y segundo lugar que es de 642 votos, se aplicará lo que para este supuesto ordena la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales en su Art. 311, párrafo primero cuyo inciso d), fracción II, señala: El Consejo Distrital deberá realizar nuevamente el escrutinio y cómputo cuando el número de votos nulos sea mayor a la diferencia entre los candidatos ubicados en el primero y segundo lugares en votación. La diferencia entre los votos de uno y otro partido con los votos nulos es de 5,014.

Pero además también se cumple con lo que el párrafo dos enmarca y que a la letra dice: 2. Cuando exista indicio de que la diferencia entre el candidato presunto ganador de la elección en el distrito y el que haya obtenido el segundo lugar en votación es igual o menor a un punto porcentual, y al inicio de la sesión exista petición expresa del representante del partido que postuló al segundo de los candidatos antes señalados, el consejo distrital deberá realizar el recuento de votos en la totalidad de las casillas. Para estos efectos se considerará indicio suficiente la presentación ante el Consejo de la sumatoria de resultados por partido consignados en la copia de las actas de escrutinio y cómputo de casilla de todo el distrito. El PAN tiene el 29.37 de los votos mientras que el PRI llega al 29.96, por lo que la diferencia es de 0.59%, si Pitágoras no miente.

De manera que hay dos supuestos de ley por los que se podrá llegar al conteo de voto por voto y casilla por casillas, es decir el escrutinio y cómputo distrital de 445 paquetes electorales. Ambos supuestos son parte de la ley como consecuencia de la estulticia de un candidato presidencial que no quiso reconocer su derrota en las urnas, y exigió ese tipo de conteo en demerito de la Autoridad Electoral que, desde entonces, ha quedado desprestigiada por el simple capricho de un megalómano que a toda costa ambiciona llegar a ser presidente de México, Todos sabemos quién es: El dueño de MORENA.

No sólo en el Distrito I se habrán de contar los 104,513 votos sufragados por igual número de electores de este distrito; también en el Distrito II, se agotan los extremos establecidos en párrafos, incisos y fracciones del mismo artículo en comento, en tanto que el PAN tiene el 28.80 de los votos y el PRI el 28.15, con una diferencia de sólo 0.65%; la diferencia de votos entre ambos partidos es de 705, y la de esta diferencia con la de los votos nulos que son 8048 es de 7,043 sufragios.

Ahora bien, la experiencia que elecciones pasadas han aportado sobre resultados tan cerrados como los de estos dos distritos, merced a la cual se ha realizado el recuento de toda la votación, es que el partido que aventaja en puntos, con dicho recuento no sólo refirma sus votos sino que los incrementa. Es obvio que esto no es un axioma sino una suposición, pues en cuestión de números y sobre todo de votos, lo único que cuenta es contar los votos y contarlos bien, no obstante -y como diría “Erasmo de Róterdam”-, que este procedimiento de ley haya sido capricho de un “estulto”, en el más amplio y profundo sentido del término.

Finalmente, en el caso del PRI, me parece que no habría por qué estar dando tanto salto, estando el suelo tan parejo, ya que de haber ido en coalición con el tramposo del tucán y con Nueva Alianza, la votación total de la entidad para el tricolor habría sido de 129,896 sufragios contra los 95,027 de Acción Nacional, es decir que habría logrado un triunfo con una diferencia de 34,869 votos; esto es, con 11.38 puntos porcentuales.

Más claro, ni el agua.

Quien haya tomado la decisión de no coaligarse con sus anteriores socios electorales, cometió un error de párvulo, pues en una elección lo que cuenta es la suma de los votos obtenidos, y ya estaba demostrado que una coalición como la señalada es redituable, los números no mienten. No importa que estos cálculos sean producto de lo que el PREP del INE tiene en su página, pues aún falta conocer los resultados oficiales y definitivos, que con seguridad no habrán de cambiar en mucho.