Redacción
Aguascalientes.- De los 14 a los 35 años es el rango de edad en el que personas en Aguascalientes han intentado o expresado querer acabar con su vida, según un estudio de casos y controles que realizó un equipo de expertos liderados por la catedrática e investigadora del departamento de Psicología de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, Alicia Edith Hermosillo de la Torre.
La catedrática informó que este proyecto busca generar conocimiento científico sobre los factores psicosociales que pueden orillar a las personas al suicidio, y por otro lado transferir información para diseñar modelos de intervención y apoyar a los miembros de la sociedad que lo necesiten.
Hermosillo de la Torre dijo que en el grupo de estudio se registraron tres variables combinadas con mayor frecuencia, las cuales fueron abuso de drogas, especialmente alcohol, crack, marihuana y estimulantes; síntomas depresivos; y mal manejo de emociones que derivan en conflictos personales y familiares.
A través de entrevistas clínicas aplicadas en la zona oriente de la capital se pudo detectar que quienes tienen pensamientos o conductas suicidas suelen pensar frecuentemente en dejar de sufrir, lo cual implica una actitud altamente autodestructiva, y en muchos casos las personas con este perfil llegan a consumar el acto.
Sin embargo, externó la catedrática que otros motivos como el huir de los problemas familiares y/o de pareja, llamar la atención, la culpa por hacer sufrir a una persona o la pérdida de un ser querido también pueden desarrollar el pensamiento suicida; además de la violencia en todas sus manifestaciones, la cual se identificó en los diferentes ambientes en los que se desenvuelven quienes han intentado o pensado en quitarse la vida.
La psicóloga de la UAA aclaró que aunque los problemas económicos son otro factor presente en el fenómeno del suicidio, no tienen que ver con la escasez de dinero, sino que están relacionados con las expectativas materiales que el individuo considera necesarios para ser feliz, por lo que se requiere considerar la subjetividad respecto al éxito profesional y la riqueza.
Quienes intentan suicidarse sienten tristeza, abandono, indiferencia, culpabilidad, soledad, cansancio, pero externan desesperación, tensión, estrés, agresiones, rebeldía, enojo y coraje, pero es difícil detectar a este tipo de personas por lo que es necesario promover la consulta psicológica como un hábito frecuente como medida de prevención.
Gracias a los datos recabados, la Universidad Autónoma de Aguascalientes ya diseñó y está probando un modelo preliminar de intervención con ecuaciones estructurales para evitar, en la manera de los posibles, más suicidios en Aguascalientes.
Este manual de intervención será de fácil uso para la sociedad, orientada a la prevención para quienes ya intentaron el suicidio, a un nivel más comunitario para trabajar con jóvenes y adolescentes que presentan conductas de riesgo, y en un sentido más amplio para la población en general.
Para finalizar, Alicia Edith Hermosillo de la Torre, dejó claro que esta intervención creada por la Universidad Autónoma de Aguascalientes verá sus frutos a largo plazo, por lo que se tiene que aplicar este modelo de intervención en niños, además de trabajar en la sensibilización de los padres y profesores, así como ayudar a desarrollar en los pequeños competencias para enfrentar diferentes problemáticas cotidianas.
Por su parte, la Secretaría de Salud del Estado transformará los centros de salud para promover el desarrollo comunitario, y ya son cuatro unidades las que están acercándose a la población para combatir la depresión, el abuso de sustancias nocivas y formar personas competentes en lo emocional. Por lo que Hermosillo de la Torre subrayó que con estas acciones conjuntas de la academia y el Estado se podrá incidir en un mejor estilo de vida para los acalitenses.