Peña, repudiado, agrede a los mexicanos

Proceso

Alvaro Delgado

CDMX.- Justo cuando más de 70% de los mexicanos lo repudia por su desastrosa y corrupta gestión, Enrique Peña Nieto agrede otra vez a sus compatriotas por partida doble: El aumento en el precio de las gasolinas y el diésel, a partir de este lunes 1, no es sólo el mayor en lo que va de su gobierno, sino el más elevado desde hace 18 años, en el sexenio de Ernesto Zedillo.

Parece una conducta patológica, suicida y hasta vengativa, sobre todo tras los resultados que tuvo el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en las elecciones del pasado 5 de junio, pero Peña y Luis Videgaray, el secretario de Hacienda y virtual vicepresidente de México, han decretado también el aumento de hasta 3.36% a las tarifas eléctricas para la industria y el comercio por segundo mes consecutivo, igual que el gasolinazo.

Y habrá más aumentos de los precios de los energéticos, como ya lo adelantó nada menos que Enrique Ochoa Reza, el hasta hace unos días director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y quien fue impuesto como presidente del PRI precisamente por Peña y Videgaray, el fanático neoliberal que gobierna el país.

Las propias cifras oficiales acreditan cómo ha sido afectado el poder de compra de los mexicanos en los recientes años y cómo las promesas de que ya no habría aumentos en los energéticos con la reforma fueron en realidad mentiras de Peña y del PRI, sostenidas también por el PAN.

Con el nuevo gasolinazo vigente a partir de hoy –inventado por Felipe Calderón–, el precio del litro de gasolina Magna pasó de 13.40 a 13.96 pesos (un aumento de 56 centavos), la Premium de 14.37 a 14.81 (44 centavos más) y el diésel de 13.77 a 13.98 (21 centavos de aumento), el mayor del sexenio.

Pero cifras del propio gobierno de Peña establecen que el aumento de las gasolinas ha sido, desde 2012, muy superior en términos porcentuales al de los salarios: La Magna se ha encarecido 25.4% (pasó de 10.81 a 13.96 pesos por litro) y la Premium elevó su precio 30% (de 11 pesos a 14.38 pesos), mientras que el diesel pasó de 10.81 pesos a 14.20 pesos, para un aumento de 31%.

Es obvio que se trata de aumentos inauditos, pero son desproporcionados si se comparan con los incrementos al salario mínimo.

Por ejemplo, en el gasolinazo de hoy lunes la Magna aumentó 4.2%, exactamente el mismo porcentaje autorizado al salario mínimo para este 2016, para ubicarse en 73.04 pesos diarios. Más aún: Desde 2012 el alza a los salarios mínimos ha sido de 4% en promedio, al pasar de 62.33 a 73.04 pesos, apenas 10.71 pesos de aumento en cinco años.

Si de por sí el raquítico aumento al mínimo de enero quedó pronto pulverizado hasta en la “cuesta de enero”, la carestía que han generado ya los aumentos de precio de los energéticos, particularmente las gasolinas, es otro agravio para los mexicanos.

En 2012, el equipo de campaña de la panista Josefina Vázquez Mota diseñó una estrategia propagandística que tambaleó al candidato priista. “Peña no cumple” fue un éxito, porque demostró que los compromisos cumplidos del priista eran falsos.

Peña se derrumbó y, justo cuando el tracking de la casa de campaña de la candidata del PAN lo colocó en empate técnico con Andrés Manuel López Obrador –a un mes de la elección–, Felipe Calderón ordenó suspender esa campaña que permitió recuperarse al priista, como consta en “El Amasiato. El pacto secreto Peña-Calderón y otras traiciones panistas”.

El “Peña no cumple” fue –como ahora con tantas promesas incumplidas– una frase cierta, pero ordenó quitarla Calderón, justamente el inventor de los gasolinazos y tenaz impulsor de la privatización energética.

Peña y Calderón, gusanos de la misma guayaba…

Comentarios en Twitter: @alvaro_delgado